El inicio de la adolescencia viene acompañado por la aparición de una pequeña erupción en la piel conocida como acné, que es sin duda la causa más común de consulta al dermatólogo. Sin embargo puede ocurrir a cualquier edad, ya que se han llegado a ver casos en recién nacidos.
Según cálculos, el acné afecta a ocho de cada diez personas, de las cuales la mayoría son más o menos leves y pueden ser tratados de forma eficaz.
LOS EXÁMENES:
Generalmente, más que exámenes, la experiencia del médico tratante es fundamental para establecer su presencia y tipo.
EXPLICACIÓN CIENTÍFICA
La explicación científica de esta patología es un cambio en los niveles hormonales, sobre todo de la testosterona, lo que ocasiona que las glándulas productoras de grasa aumenten su tamaño y aparecen en la superficie de la piel a través de los folículos o conductos donde se encuentra el pelo. En los hombres se presenta con mayor frecuencia debido a sus altos nivel de testosterona, mientras que en las mujeres se agrava generalmente en los ciclos menstruales debido a los cambios hormonales.
A todos estos cambios hormonales también se le añade la predisposición genética de la persona, es decir todo lo heredado de sus padres, abuelos, etc. Generalmente, cuando alguno de los padres ha tenido un caso de acné fuerte en su juventud, es común que sus hijos sufran de igual manera.
Otra causa aún no muy investigada es el estrés, ya que generalmente empeora los casos de acné.
CÓMO TRATARLO Y CURARLO
Adicionalmente de usar jabones neutros, los compuestos químicos de más uso son el ácido retinoico y el peróxido de benzoilo. Para hacerle frente a las bacterias en los casos leves se usa generalmente tetraciclina o eritromicina. Las dosis varían de acuerdo al caso y en algunos casos se usan otros medicamentos, por eso ante los primeros síntomas es recomendable buscar un especialista.
El problema más grave se presenta con la aparición de forúnculos debajo de la piel los cuales causan cicatrices en los que se usan medicamentos con alto contenido de vitamina A. Es un tratamiento largo que generalmente supera las veinte semanas y que tiene que estar supervisado estrictamente por el especialista ya que puede afectar al hígado, afectar a mujeres embarazadas y ocasionar problemas de infertilidad si no es administrado correctamente.
CONSEJOS
No tomar sol en exceso.
Limpiar la piel suavemente, pero completamente, con jabón neutro y agua tibia, quitando la suciedad o maquillaje para controlar la grasa. Se debe usar un paño limpio todos los días para prevenir infecciones.
Lavar el cabello con champú, por lo menos tres veces en la semana, reduce la cantidad de grasa en el cuero cabelludo.
Vaporizaciones o compresas húmedas cálidas ayudan a abrir los poros atascados.
No rascar, tocar o frotar las lesiones.
Lavarse las manos antes y después del cuidado de sus lesiones, para disminuir la posibilidad de infecciones.
Identificar y evitar cualquier sustancia, comida o actividad que agrave el acné. Esto incluye lociones, maquillaje, trasnochar, alcohol y tabaco en exceso, etc.
No pellizcar ni reventar los granos, porque aumenta el riesgo de cicatrices.
Es recomendable tener una dieta baja en grasas, aunque no hay pruebas universales de que la comida influya en su aparición.
Fuente: Revista Prevenir