VARSOVIA, EFE.- La opinión pública polaca ha quedado perpleja después de que el semanario “Polityka”, el más prestigioso del país, publicara un informe sobre el gasto que supone para la sociedad el consumo desmedido de bebidas alcohólicas, que sólo en gastos hospitalarios fue en 2005 de unos 7.500 millones de euros.

El abuso del alcohol es tan frecuente y generalizado que en casi todas las ciudades de Polonia, funcionan lo llamados “Hoteles para ebrios” en los que la policía instala a los borrachos recogidos de las calles o detenidos por provocar incidentes.

El servicio de urgencias del hospital de Sochaczew, ciudad mediana próxima a Varsovia, atiende todos los días por lo menos a un borracho cuya salud corre peligro por las heridas sufridas en trifulcas o intoxicación.

“En Varsovia observamos un crecimiento de los casos de abuso del alcohol nunca antes visto, ya que, en lo que va de año ya hemos tenido en nuestro centro casi 30.000 personas ebrias”, declaró a EFE Wladyslaw Wojcik, director del “hotel para ebrios” de la capital polaca.

Wojcik estima que hasta fines de año se establecerá un nuevo récord, porque habrá tenido por lo menos 42.000 clientes, cifra totalmente abrumadora.

“No sé por qué la gente bebe ahora tanto, ya que las campañas en contra del alcohol se multiplican y la Iglesia hace constantes llamamientos en los que pide a los fieles sobriedad”, señaló el experto.

Una de las causas puede ser el paro, lacra que afecta a más de 2,5 millones de polacos, una situación que induce a buscar el consuelo en el alcohol.

Lo confirma el hecho de que, el 82 por ciento de los clientes del “hotel para ebrios” de Varsovia, es gente que está desempleada, aunque resulta imposible saber si está en el paro porque bebe o bebe, porque no tiene trabajo.

La noche en el hotel varsoviano para ebrios cuesta 250 zlotys (unos 62,50 euros), pero los parados no pagan y el dinero tiene que ponerlo la ciudad, en total unos dos millones de euros al año, fenómeno que hay que multiplicar por todos los centros similares que hay en el país.

Pero las cifras sobre el número de borrachos asustan menos a los polacos que la cantidad que cuesta al conjunto de la sociedad el pago a los hospitales a donde son llevados algunos de ellos porque sus vidas pueden correr peligro.

En el ya citado hospital de Sochaczew a los pacientes que entran con signos de haber abusado del alcohol se les aplica el goteo con glucosa y una inyección antitetánica y se les hacen las radiografías pertinentes de las partes del cuerpo que pueden tener dañadas, por ejemplo, de las costillas si tienen moratones en el pecho.

Todo eso cuesta 70 zlotys (17,50 euros), es decir, no mucho, pero si se multiplica por varios cientos de miles de casos al cabo del año la cifra ya resulta importante y, más aún, cuando al paciente hay que hacerle una tomografía que cuesta 300 zlotys (75 euros).

El abuso del alcohol en Polonia causa cada año unos 30.000 fallecimientos y la causa principal de la muerte de la cuarta parte de las personas en edades comprendidas entre los 15 y los 29 años.