El abuso del aumento de precio de los combustibles

El abuso del aumento de precio de los combustibles

RAIMUNDO TIRADO
Los elevados impuestos que el Gobierno ha introducido a los combustibles, han incrementado sus precios, a tal punto que los consumidores dominicanos han sido obligados a pagar los carburantes más caros de la región, lo que representa un tremendo abuso.

El Presidente Leonel Fernández y su equipo gobernante tienen suscrito con el Gobierno de Venezuela un financiamiento de la factura petrolera dominicana por el orden de un 40% de su precio cuando el barril supere los 50 dólares en el mercado internacional, lo cual para nada se ha reflejado en una disminución del precio al consumidor.

El incremento progresivo del precio de los combustibles ha frenado grandemente la economía, al dispararse los costos de los transportes, los costos de fabricación, los costos de la producción agropecuaria y otros, lo que ha permitido que la mayoría de los artículos de consumo diario hayan mantenido los altos precios, no obstante que la tasa del dólar ha bajado de manera significativa desde el año 2004.

En otros casos los artículos se han disparado hacia el alza de manera estrepitosa. Sin ir más lejos, los padres de los estudiantes que iniciarán sus clases en el presente mes de agosto están pegando el grito al cielo porque los precios de los textos y útiles escolares han subido a niveles prohibitivos.

Conocemos el caso de una señora que tiene tres hijos y cuando fue a hacer las investigaciones sobre uniformes, libros de textos y útiles escolares para ellos, el costo le subía entre 25 y 30 mil pesos, sin agregar el costo de inscripción por cada hijo. La dejamos con las manos en la cabeza, y con un dejo de impotencia reflejado en su rostro.

Pero donde el equipo gobernante raya en el abuso es cuando esos recursos provenientes de los impuestos a los combustibles, los usa en campañas publicitarias y en acciones politiqueras con el propósito de retener el poder en mayo del 2008, en vez de invertirlos en obras de infraestructuras o en programas sociales que beneficien directamente a los dominicanos.

Los peledeístas enquistados en el Gobierno deben estar conscientes que gran parte del presupuesto familiar de miles de dominicanos se consume en compra de combustibles para sus vehículos, y en transporte para la mayoría que tiene que trasladarse en vehículos públicos. Y de seguro que eso no se lo van a agradecer al Presidente Fernández y al equipo que se empecina en su reelección.

Ante la vorágine fiscalista del Gobierno, sin tomar en cuenta los verdaderos intereses del pueblo dominicano, el bloque de legisladores del PRD sometió al Congreso Nacional un proyecto de Ley General de Hidrocarburos, con la cual se busca una reducción sustancial en los precios de los carburantes.

 Ojalá que ese proyecto de ley sensibilice a los demás legisladores, que fueron elegidos por el pueblo para que representaran sus intereses, y el mismo sea aprobado de urgencia, para ver si quitamos el gran peso que tiene encima el país, con la facturación de los combustibles. Y harán justicia.

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