Las instituciones del sector agropecuario tienen funciones diferentes, pero deben actuar como un todo armónico hacia tras objetivos comunes.

De ahí la necesidad de retomar el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), como lo planteó en el proyecto de Ley General del Sector Agropecuario y el Desarrollo Rural.

El presidente Luis Abinader creó el Gabinete Agropecuario, pero esta es una comisión sólo del gobierno, donde no están los productores, las universidades ni las agrupaciones de los profesionales agropecuarios.

En el artículo 6 del proyecto de ley, propuse elCNA como principal organismo institucional de discusión, aprobación, coordinación e instrucción de políticas del sector agropecuario.

Estaría encabezado por el Presidente de la República y el ministro de Agricultura, quien ocuparía la Presidente ante la ausencia del primer mandatario.

Conformado, además, por los siguientes funcionarios el Administrador del Banco Agrícola, los directores del IAD, INDRHI, IDECOOP, de Ganadería, de Meteorología, dos productores agropecuarios, escogidos por sus organizaciones, un Decano de las Facultades de Agronomía y Veterinaria de las universidades, escogido entre ellos, el Presidente del Colegio Dominicano de Profesionales Agropecuarios (CODOPA) y el Viceministro de Planificación y Cooperación Internacional, quien fungirá como Secretario Ejecutivo, con voz, pero sin voto.

Este Consejo Nacional Agropecuario (CNA) tendrá las siguientes funciones:

1.- Formular, aprobar, instruir y evaluar la política del Estado en materia del desarrollo agropecuario, agroindustria, mercados y Sistemas de Comercialización Internos y Externos de la Nación.

2.- Integrar y armonizar los Planes, programas y proyectos del sector agropecuario, sometidos por el Ministerio y las demás instituciones del sector, y ejecutadas por éstas, bajo las instrucciones del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).

3.- Conocer, discutir y aprobar el proyecto de presupuesto anual del sector público agropecuario, el cual será presentado al Poder Ejecutivo, dentro de las formas y  los plazos que indica la ley.

4.- Conocer y aprobar las solicitudes que presenten las instituciones de empréstitos y donaciones de montos mayores.

5.- Organizar e impulsar programas de obras infraestructurales y de producción, de desarrollo agroindustrial y de comercialización, bajo las diversas modalidades de concesiones u otras fuentes de captación de recursos.

6.- Evaluar propuestas de políticas agropecuarias presentadas por organizaciones de productores, las cuales serán sancionadas o remitidas a las instituciones correspondientes.

7.- Estudiar y aprobar políticas financieras que canalicen recursos privados o internacionales hacia el sector agropecuario.

8.- Propiciar la integración y armonía en los trabajos de las entidades del sector agropecuario, para lo cual adoptará las medidas de lugar.

La integración así del CNA y esas funciones son necesarias por las peculiaridades de nuestro sector agropecuario.

El sector agropecuario y rural está caracterizado por una estructura agraria minifundista, donde el 73% de propiedades apenas alcanzan dos (2) hectáreas.

Y la mayoría de estos productores carecen de recursos económicos necesarios para la aplicación de un paquete tecnológico mínimo, pese a poseer tierras de alta calidad, excelentes climas y agua, por lo que es imprescindible la participación activa del Estado, a fin de proporcionarles las herramientas esenciales para producir y comercializar los alimentos de consumo nacional y los rubros de exportación.

La unificación de planes y ejecuciones es imprescindible también debido a los incentivos y apoyo directo que otorgan las naciones desarrolladas a sus productores, mediante legislaciones especiales para estos fines, aún los grandes productores agropecuarios nuestros, no están en capacidad de competir en condiciones equitativas.

Por eso, el Estado  Dominicano, atendiendo al artículo 54 de la Constitución y al numeral 3.5 de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END), debe garantizar condiciones similares de incentivos en la producción y comercialización.

Y dado el potencial productivo y la elevada capacidad técnico-científica forjada por nuestros profesionales, así como la cultura agropecuaria acumulada durante décadas, la República Dominicana tiene –y puede lograr más- los avances tecnológicos para alcanzar una agricultura con productividad y calidad competitiva en el mercado internacional, que permita sostener una balanza comercial agropecuaria con resultados positivos.

El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) debe ser parte esencial en la nueva ley orgánica del sector agropecuario.