¿El acuerdo con el FMI?

¿El acuerdo con el FMI?

En los últimos años el país ha disfrutado de una relativa estabilidad de precios y de tipo de cambio, combinado con una política fiscal de sobresaltos, muy expansiva en algunos momentos, sobre todo en períodos electorales que fueron compensadas con un sobreajuste monetario y con un endeudamiento creciente. Este esquema se ha podido sostener, en gran medida, por el acuerdo con el FMI, que es la llave para el  financiamiento externo en condiciones menos onerosa.

 Desde hace algunos meses se ha argumentado que para garantizar este esquema de endeudamiento y estabilidad cambiaria se requiere un superávit primario público de 2% del PIB y mantener el acuerdo con el FMI. Un superávit primario del 2% significa generar ahorro, es decir, ingresos públicos menos gastos no financieros del orden de RD$43 mil millones en 2011 y RD$48 mil millones en 2012. Ello haría sostenible la deuda, en adición a mantener el acuerdo con el FMI para garantizar el flujo de recursos.

El resultado fiscal de 2011 está lejos de esa meta, más aún si se considera el impacto de la campaña política sobre el gasto público, que el propio Gobierno se ha encargado de propalar. En 2012, la Ley de Presupuesto estima un  superávit primario de RD$33 mil millones, equivalentes al 1.4% del PIB nominal y un pago de intereses de RD$55.1 mil millones, equivalentes a 2.4% del PIB. Si se mantienen las mismas prácticas de la cultura política, es muy probable que se termine en el primer semestre del año próximo en una situación fiscal muy maltrecha.

 A esto se le agrega el enfriamiento (¿ruptura?) del acuerdo con el FMI. Se sabía que a mediados de octubre se debió conocer en el Directorio del FMI la Carta de Intención, lo cual no ocurrió y hoy sabemos con certeza, que hay un desacuerdo e incumplimiento del Gobierno de compromisos que había adquirido y que no ha cumplido hasta la fecha, particularmente en el sector eléctrico.

¿Qué pasaría si no se cumple? Pues que el Gobierno se quedaría muy corto en el financiamiento externo y se comería las reservas internacionales tratando de mantener el tipo de cambio. De hecho, entre julio y el 26 de octubre estas se han reducido en más de 600 millones de dólares.

No hay que ser un genio para saber que a final de año el gasto público se dispara, haciendo más difícil la situación fiscal. Con un acuerdo con el FMI en el limbo, sólo habrá recursos externos en condiciones muy onerosas y es posible que se deprecie el tipo de cambio.

¿Tiene esto que ocurrir necesariamente? No. Depende de que el Gobierno esté dispuesto a generar el ahorro primario y no dejar caer el acuerdo con el FMI.  ¿Será posible?

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