El Ayuntamiento del Distrito Nacional inició ayer el rescate del  Parque del Conservatorio Nacional de Música, en el sector La Esperilla, con un  operativo de limpieza, acondicionamiento y reposición de las verjas que habían sido robadas.

En el lugar se colocarán cámaras de seguridad, se acaba de  prohibir la entrada de vehículos y se instalará un cuartel de la Policía Municipal.

Vecinos de la Esperilla destacaron el proceso de rescate, ya que, según dicen, la zona se había convertido en un lugar  inseguro, donde varios de ellos fueron víctimas de atracos.

 En la jornada, que se inició en las primeras horas de la mañana con la presencia del alcalde Roberto Salcedo y el secretario general del Ayuntamiento del Distrito Nacional,  Domingo Contreras, se utilizaron  unos 500 obreros y empleados  administrativos del cabildo, que asumió el control del parque la semana pasada, mediante un acuerdo con el Ministerio de Medio Ambiente.

José Miguel Martínez, director general de Aseo Urbano y Equipos del ADN,  quien dirigió el operativo, explicó que el parque las cámaras de seguridad se colocarán de manera estratégica y que también habrá una vigilancia constante por parte de los agentes de la Policía Municipal.

Martínez, quien estuvo acompañado del director de Defensoría del Espacio Público, Camilo Tapia, dijo que desde ayer quedó prohibida la entrada de vehículos a este pulmón ecológico del centro de la ciudad, para que los vecinos caminen seguros y sin obstáculos.

Brigadas de la Dirección de Gestión Ambiental comenzaron la poda de centenares de árboles que componen el parque, al corte de muchos  afectados por enfermedad y la plantación y sustitución de otros.

Esa dependencia, por disposición del alcalde, tiene la encomienda de  plantar alrededor de mil nuevos árboles y la poda de una cantidad similar. En tanto que obreros de Aseo  Urbano provistos de escobas, rastrillos, picos, palas y otros implementos de limpieza procedían a retirar toneladas de hojas, ramas secas y basura que se ha acumulado con el tiempo. 

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Los vecinos

Gilberto Luna, vecino del parque, mostró satisfacción por la labor de rescate de ese pulmón, que constituye la vida para quienes habitan en la Esperilla y otros lugares aledaños.   En tanto que una señora que caminaba por el interior y que rehusó ofrecer su nombre, definió el trabajo como “muy oportuno” ya que el parque estaba totalmente abandonado. Confía en que la jornada de este fin de semana se mantenga. Mónica Despradel  resaltó la jornada porque permite a los vecinos caminar y reunirse  seguros de que nadie los va molestar.