Juraj Cintula, el presunto autor de los disparos que han dejado gravemente herido al primer ministro eslovaco, Robert Fico, promovió en 2016 una plataforma contra la violencia, estuvo vinculado con un grupo paramilitar ultranacionalista y prorruso, y ha criticado a la comunidad gitana.
“El mundo está lleno de violencia y armas, como si la gente hubiera enloquecido”, dijo entonces el autor de los disparos, Jarek Cintula, en un mensaje grabado al poner a andar su plataforma.
Cintula, de 71 años, disparó el miércoles varias veces a Fico cuando éste salía de una reunión del Consejo de Ministros celebrada en la localidad de Handlova, donde el presunto agresor trabajó hace años en una mina.
También estuvo empleado como guardia jurado en un empresa de seguridad, y tenía licencia de armas.
Más recientemente se ha dedicado a la poesía, en un grupo literario de su ciudad natal de Levice, y al activismo político.
En 2016, cuando lanzó el Movimiento contra la Violencia, Cintula aseveró que la democracia eslovaca estaba amenazada por la privatización de bienes del Estado tras la caída de la dictadura comunista y que, denunció, pasaron a manos de “oligarcas y ricos que compran a los representantes políticos”
En su diagnóstico sobre el peligro que, a su parecer, amenaza a la democracia instó a “salir de nuevo a las calles, llenar las plazas, mostrar la fuerza pero no la violencia”.
Vínculos con milicias prorrusas
El periodista de investigación húngaro Szabolcs Panyi, asegura que el agresor de Fico está vinculado con Slovenskí Branci, un grupo paramilitar eslovaco prorruso.
Panyi es miembro de VSquare, un prestigioso centro de investigación periodística, muy activo en la denuncia de la influencia y los vínculos de Rusia con gobiernos ultranacionalistas como Eslovaquia o Hungría.
En un mensaje del 2016 en la página de Facebook de Slovenskí Branci, se puede ver a Cintula participando en un acto de ese grupo, ya desaparecido, que simpatizaba con el político neonazi eslovaco Marian Kotleba, condenado en 2020 a cuatro años de cárcel.
En aquel mensaje en Facebook, Cintula reclama la existencia de milicias armadas que defiendan a los europeos de la llegada de «cientos de miles de migrantes».
El supuesto agresor ha publicado dos libros, uno de ellos con ataques contra la comunidad gitana de Eslovaquia, sometida tradicionalmente a políticas de discriminación y segregación.
DUHA, el club literario al que pertenece el agresor, ha emitido un comunicado en el que se «distancia categóricamente del comportamiento, las opiniones y las acciones de Juraj Cintula» y muestra su indignación por su «brutal acto».
Críticas a la oposición proeuropea
Pese a estos vínculos con movimientos nacionalistas y prorrusos de Cintula, varios miembros del Gobierno de Fico han acusado a la oposición liberal y proeuropea de ser los responsables del ataque por haber calentado el debate político por sus críticas al Gobierno.
Desde que ocupó de nuevo el cargo de primer ministro el pasado octubre, por tercera vez desde 2006, Fico y su Gobierno de nacionalistas de izquierdas y ultraderechistas han eliminado la Fiscalía Anticorrupción, que investigaba a miembros de su partido, y propuesto disolver la radiotelevisón pública, a la que acusa de no ser suficientemente patriota.
De hecho, tras ser detenido, Cintula justificó su agresión a Fico en que no estaba de acuerdo con las políticas del Gobierno y denunció sus «ataques» a la RTVS.
Fico también ha interrumpido la ayuda militar que Eslovaquia daba a Ucrania para ayudarle a defenderse de la invasión rusa y ha defendido un alto el fuego con Rusia, aún a costa de que Ucrania acepte pérdidas territoriales.
También mantiene posturas contra la inmigración, los periodistas y la Unión Europea, muy parecidas a las del primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán.
Esas medidas han provocado masivas protestas antigubernamentales, animadas por la oposición progresista y liberal.
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