El agro dominicano enfrenta el reto de TLC con EE.UU.

El agro dominicano enfrenta el reto de TLC con EE.UU.

En un tiempo bastante corto, es decir, en menos de tres meses, lo que según varios negociadores comerciales del país, podría ser un récord a nivel mundial, la República Dominicana (RD) y Estados Unidos (EEUU) han concluido las negociaciones de un Tratado de Libre Comercio (TLC), cuyas conversaciones se caracterizaron por un alto nivel profesional y transcurrieron en un ambiente de respeto mutuo.

El acuerdo, que debe ser ratificado por los congresos de ambas naciones y cuyos detalles no son todavía del dominio público, representa una gran oportunidad, por lo menos en materia agropecuaria, que debe ser aprovechada eficientemente por los agricultores dominicanos para aumentar sus exportaciones destinadas al mercado norteamericano.

[b]La alianza[/b]

La importancia y trascendencia de este acuerdo, en el que el sector privado dominicano representado por distinguidos empresarios y profesionales, estuvo presente y expresó sus comentarios y preocupaciones en las reuniones realizadas en el denominado «cuarto de al lado», radica en que RD asumió una alianza con la nación más desarrollada del mundo para equilibrar las relaciones comerciales bilaterales indefinidamente en el tiempo.

De acuerdo con las informaciones vertidas en un borrador elaborado por dos negociadores comerciales del Equipo Negociador Dominicano, al cual tuvo acceso esta sección, hay que decir que hasta el presente, las relaciones económicas y comerciales entre ambos países estaban sustentadas en la buena fe, la voluntad de cooperación y el apoyo unilateral.

«Sin embargo, este acuerdo establece un marco jurídico que asegura el cumplimiento y ofrece garantías de que las cosas no cambiarán de manera unilateral o caprichosa», expresa el documento.

A juzgar por la brevedad del tiempo empleado y los resultados logrados, muy superiores a lo previsto por el propio Equipo Negociador Dominicano, encabezado por la secretaria de Estado de Industria y Comercio, Sonia Guzmán de Hernández, y un staff de calificados técnicos, el país ha convenido uno de los acuerdos de mayor importancia y trascendencia comercial, el cual deberá repercutir positivamente en el desarrollo de los diferentes sectores de la economía.

Si algo positivo se logró con este acuerdo, también hay que felicitar especialmente a sus negociadores, encabezados por Osmar Benítez y Jesús de los Santos, quienes pusieron en práctica una dinámica y participativa metodología, compartiendo informaciones, consultando y conversando con los productores, escuchando y tomando en cuenta sus propuestas, observaciones, recomendaciones y sugerencias, destaca el informe.

Aunque los contactos y cruces de informaciones sobre la economía y el comercio bilateral habían comenzado meses antes, las negociaciones se concretaron en tres rondas, una en Santo Domingo, realizada en enero pasado, la segunda en Puerto Rico, en febrero y la tercera este marzo, en Washington, capital de EE.UU, donde se materializó el acuerdo.

[b]Sector agropecuario[/b]

El sector agropecuario valora, reconoce y felicita públicamente al equipo negociador criollo, por su profesionalidad, entrega, dedicación, capacidad y brillantez en la conducción de estas negociaciones y su culminación exitosa en la firma de un acuerdo mutuamente beneficioso, sin que con él sufra menoscabo la producción nacional.

También, en la carta borrador se dio testimonio y constancia de que estas negociaciones se llevaron a cabo dentro de un marco de absoluta transparencia, participación y permanente consulta con cada uno de los sectores involucrados y que el equipo técnico se mantuvo a la altura de las circunstancias, defendiendo la producción nacional.

En este sentido, los negociadores tienen plena confianza en que la firma de este acuerdo representa un paso correcto de avance en la dirección de crear las condiciones para un mejor aprovechamiento de las oportunidades que ofrece una alianza comercial con la economía más desarrollada del mundo.

[b]Informaciones confrontadas[/b]

Se debe señalar que las informaciones relativas a la producción nacional y el comercio bilateral de la mayoría de los productos agropecuarios objetos de discusión dentro del acuerdo, fueron aportadas o confrontadas en reuniones con los productores.

Según el documento, en estas reuniones estaban dirigentes, productores y representantes de los cosecheros de arroz, carne de res, cerdo, pollo y pavo, leche, embutidos, azúcar y productos azucarados, ajo y cebolla frescos y procesados, habichuelas, papas frescas y procesadas, lechugas y zanahorias, maíz dulce, café procesado, chocolate y sus derivados, jugos de frutas y cítricos, aceites y grasas comestibles, ron y bebidas espirituosas, cervezas y cigarrillos, refrescos y bebidas saborizantes, harina, pastas y galletas, sopas y sazones mixtos, entre otros muchos productos.

[b]Los productos[/b]

1- En arroz, por ejemplo, los norteamericanos querían una cuota de 20,000 toneladas métricas anuales con el arancel vigente y apertura total del mercado en 10 años. Se acordó una cuota de 8,000 toneladas de arroz pulido y 2,000 toneladas de arroz en cáscara, consolidando el arancel con la Organización Mundial de Comercio (OMC) y un período de 15 años para la apertura del mercado, con 8 años de período de gracia.

2- En cuanto a la carne de res, los productores proponían 1,000 toneladas métricas y mercado cerrado a 15 años. Se acordó una cuota de 1,200 toneladas métricas de carne industrial y cortes finos, consolidando el arancel en la OMC y 8 años de gracia para el desmonte.

3- En lo que respecta a la carne de cerdo, los estadounidenses querían una cuota de 15,000 toneladas métricas (aproximadamente el 25% de la producción nacional registrada al año 2002 y apertura del mercado en 5 años. Se aprobó 15 años de protección, una cuota de 3,150 toneladas métricas de carne industrial y cortes finos y 1,000 toneladas métricas con el arancel consolidado en la OMC.

4- En cuanto a las carnes de pollo y pavo, los estadounidenses querían mercado abierto en 15 años para los muslos y pechuga y una cuota de 5,000 toneladas métricas en pollo entero, aprobándose 500 toneladas métricas de muslos de pollo y pavo con arancel consolidado en la OMC y mercado abierto para pollo entero y pechugas.

En sentido general, las metas propuestas por el equipo negociador, en la mayoría de los casos, fueron sustancialmente superadas en el acuerdo, lo que permitirá que el 99.5% de los productos dominicanos destinados al mercado norteamericano, entren libres de aranceles.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas