El agua podrida de las hidroeléctricas

El agua podrida de las hidroeléctricas

Después que se concluyera el proyecto de Pinalito, donde se instalaron dos turbinas de 25 mil kilos cada una y descubriéndose que su costa superó los $6 mil dólares por kilovatio instalado, han surgido las dudas en cuanto a los costos reales de los demás proyectos hidroeléctricos en construcción, destacándose el de Palomino y el de Las Placetas.

Parece que es un agua podrida que sale de las turbinas, después de turbinada para producir electricidad y volver al río, ya que no hay forma de justificar las sobrevaluaciones de los proyectos. Ahora se recurre a datos maquillados y de imposible interpretación para los desconocedores de la habilidad de los técnicos de acomodar cifras estadísticas al gusto del propietario del proyecto.

En la publicación aparecida en diversos medios de comunicación el pasado 19 de febrero, para dar a conocer cómo marcha el proyecto de Las Placetas, se trató de convencer al país de que el proyecto de Pinalito es el más beneficioso de todos. Se compararon los kilovatios instalados con el agua que supuestamente aporta el arroyo Tireo, superando en rendimiento a todos los demás, con un hipotético caudal de agua para accionar las dos turbinas de 25 megavatios cada una.

En Pinalito solo ha sido posible operar una de las turbinas por pocas horas al día, ya que el caudal del Tireo no aporta agua suficiente para una operación continua en base y se deja para las horas pico o de mayor consumo de electricidad en la región cibaeña. Si alguna vez se planeara poner a rodar las dos turbinas, se tendría que llenar muy bien el embalse de Tireo y esa agua solo permitiría una generación máxima de los 50 mil kilos de no más de tres horas al día.

En el proyecto de Las Placetas habrá instalado una generación de 90,100 kilos, que con el costo estimado original de unos $300 millones de dólares, resultaría mucho más rentable que Pinalito. Este, con solo 50 mil kilos y un costo superior a los $325 millones de dólares, superó los $6 mil dólares por kilo instalado, siendo el más anti-económico del hemisferio. El costo unitario por kilovatio instalado de Las Placetas es de unos $3 mil dó1ares, lo cual está en el rango 1ógico de una inversión rentable.

Lo interesante del provecto de Las Placetas es poder ver si el costo final no se dispara como ya ocurrió en Pinalito, que de $130 millones se elevó por encima de los $325 millones de dólares. Lo mismo ha ocurrido en casi todos los proyectos de presas construidas en el país, cuyos costos se han disparado de lo originalmente estimado, como ocurriera en la presa de Valdesia, que de unos $45 millones de dó1ares, su costo final superó los $90 millones de dólares de 1975.

En los últimos proyectos de presas para generación hidroeléctrica, construidas o en construcción, el escalamiento de costos es una constante y una demanda usual que los contratistas imponen al Estado sus exigencias de revisión de presupuestos por alegados aumentos de los materiales, mano de obra, combustibles, equipos, seguros, costos indirectos más altos, etcétera, llevando el valor final de la obra casi siempre al doble de lo contratado originalmente.

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