El ajo,  rey absoluto  del  sabor de las comidas

El ajo,  rey absoluto  del  sabor de las comidas

Las carnes, los arroces, los vegetales y, sobre todo, las pastas… todos saben mucho mejor con ajo. Este pequeño condimento aporta tanto sabor a los platos,  que su presencia es  necesaria si se quiere lograr que los comensales se “chupen los dedos”.

Muy necesario. El ajo  se ha coronado como ingrediente principal en gran cantidad recetas como  guisos, sopas  y  ensaladas. Muchas de ellas son inconcebibles sin el ajo.

La pasión por el ajo atraviesa fronteras;  además de su popularidad en la cocina criolla,  es un elemento esencial en la  dieta mediterránea. Esto, sumado a   su  uso en la cocina china, francesa o mexicana,   confirma su importancia en la gastronomía tanto nacional como internacional.

El ajo también es muy empleado para ligar salsas, así como para acompañar carnes, pescados o verduras, que adquieren la denominación de “al ajillo”.

A la hora de macerar la carne antes de cocinarla se le añade ajo y en los asados resulta el aromatizante perfecto.

Es importante que sepa que cuanto más tiempo se cocine el ajo, más suave resulta al paladar.

Elija los mejores

Puede  encontrar ajo en polvo, en bulbos enteros, en dientes e incluso como pasta. Lo más indicado es obtener el bulbo entero y, tras quitarle el envoltorio a los dientes, emplearlos al gusto de cada uno: enteros, molidos, picados, etc.

Una garantía de calidad son las cabezas de ajo muy firmes, con la envoltura seca y que no contengan brotes. Las amarillentas y huecas no debe comprarlas, ya que son síntomas de que están añejas. Las mejores son las apretadas, que cuentan con un mayor peso.

Para una perfecta conservación.  Se recomienda mantener los ajos en un lugar fresco y seco,  de esta manera evita su germinación. También puede   congelarlos.  

Receta

Bacalao a la muselina de ajo

1 libra de bacalao desmigado, 2 huevos, aceite de oliva, aceite de girasol, ajo, limón, pimentón,  harina, sal, al gusto

Preparación.  Secar el bacalao desalado con papel absorbente y freírlo en aceite de oliva, pasándolo por harina. Reservar. Laminar los ajos y dorarlos en un poco en el mismo aceite de freír el bacalao. Cuando estén dorados, retirar la sartén del fuego y añadir pimentón dulce. Reservar. Hacer una mayonesa incorporando un diente de ajo (aceite de girasol, huevo, sal, ajo y unas gotitas de limón). Reservar. Montar una clara a punto de nieve. Mezclar la clara con la mayonesa para hacer la muselina. En un plato, colocar los trozos de bacalao, verter un poco de aceite con el pimentón y el ajo. Poner la muselina sobre el bacalao y gratinar en el horno durante 3 minutos. Se recomienda mezclar la clara montada y mayonesa al 50%. Para que quede menos esponjosa, aumentar el porcentaje de mayonesa.

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