L a idea de remodelar la cárcel de La Fe y convertirla en un albergue olímpico es una idea que surgió en el último Gobierno del doctor Joaquín Balaguer. Desde esa época se comenzó a invertir millones de pesos, con miras a tener un lugar donde concentrar a las selecciones nacionales, para asistir a los eventos internacionales.
La ilusión llegó a un lugar, que los olímpicos presentaron al Estado, que sería el lugar ideal para los países del área y Europa que vendrían al país a realizar los entrenamientos de sus atletas, por las facilidades de las instalaciones, el clima y la seguridad que brinda esta nación. Las que menos utilidad le dan son las federaciones, pues realizan sus eventos en los hoteles de la zona Este. Han llegado tan lejos, que ni asambleas celebran .
Durante la inauguración le dije a un grupo de colegas, que el Ministerio de Deportes, ni el Comité Olímpico Dominicano cuentan con los recursos para mantener un hotel deportivo, pues lo primero fue designar empleados relacionados a los dirigentes.
El ministro de Deportes, Francisco Camacho, tomó una decisión atinada de retirarse de la administración combinada con el COD, incluso desvinculó a los empleados que había nombrado. El albergue necesita una gran cantidad de empleados en el área administrativa, recepción, cocina, conserjes plomeros, electricistas, seguridad, choferes, las 24 horas, que no produce para pagar a los empleados, además energía eléctrica, agua y recogida de basura.
Hay que tomar una decisión para darle el uso necesario y no se deteriore, como estamos acostumbrados a hacer fiesta con el dinero del pueblo. Vamos a ver cuál será el destino de este hotel deportivo.