Hemos sido invitados por Luisín Mejía, presidente del Comité Olímpico Dominicano, a visitar las instalaciones recién puestas al servicio de los atletas dominicanos en ruta a ser concentrados para eventos de relevancia internacional y, tanto Píndaro como yo, ¡estamos que tiramos piedras! ¡Tenemos la convicción de que será una visita inolvidable!
Son las 10:30 de la mañana del sábado y, sin darnos cuenta, estamos estacionando nuestro vehículo y, justo en el pórtico del complejo central está un hombre de estatura baja, pero con una sonrisa que le cubre de oreja a oreja… “¡Bienvenidos a esta, su casa por este día!” –nos dice el arquitecto Caonabo Castro … Tiene ya dos años al frente del proyecto y, por sus expresiones iniciales, lo considera como una extensión de su propia vida-… Píndaro saca a relucir su celo de inmediato y, sin pensarlo dos veces, le da un fuerte abrazo al recién conocido –¡Siempre he dicho que Píndaro es un fresco!-piensa para sí Herminio-…
“Déjenme presentarles a la señora Kathy Nicasio, Directora Ejecutiva de las Olimpíadas Especiales quien, por coincidencia, ha venido también a coordinar uno de nuestros servicios para ellos… Aprovechemos y demos juntos un paseo por nuestras instalaciones, que tienen dos pisos” … “Este es un hotel para atletas olímpicos y de alto rendimiento… Es la idea de este gran proyecto… Aquí damos alojamiento, alimentación mientras hacen su base de entrenamiento porque para esto es la familia deportiva” –reafirma muy seguro de sí-…Tenemos 525 plazas, de las cuales este edificio dispone de 50 habitaciones y el otro ronda por 63, con camas sencilla, doble, triple, cuádruple, séxtuple, porque algunas son para 8, llegando algunas a poder albergar hasta 28 personas -4 habitaciones por equipo-…
Píndaro, curioso al fin, terminar de subir una escalera que inicia en el recibidor de la entrada, alcanza a ver un salón para sesiones y pregunta: “¿Aquí puedo chatear?”… Y, la respuesta es inmediata: “Aquí tenemos 20 megas para WIFI repartidos en todos los edificios, gracias a repetidores… En este salón se hacen los congresillos, pues en él podemos ubicar hasta 80 personas… Los grupos reciben su entrenamiento… Por ejemplo, para los campamentos Panam Sport, nuestro país es sede, y nos envían atletas de una misma disciplina de todos los países, acompañados de sus entrenadores, y aquí los nivelamos en esa disciplina”.
Esto es tan actualizado que todas las habitaciones tienen aire acondicionado, calentadores… Es más –enfatiza-, una habitación sencilla tiene nevera, una mesita con su silla, toallas, closet, y baño privado con su jabón y champú… ¡Agua caliente en todas las habitaciones!
“¿Y cómo se hacen ustedes para controlar tantos atletas en estas instalaciones? –cuestiona Herminio-… “Tenemos 74 cámaras de seguridad en todas las instalaciones…” –es la respuesta-… “Realmente, el complejo tiene dos años y tres meses que se puso en uso… Pero, hace unas cuatro semanas que se inició el permitir el ingreso a él de atletas de alto rendimiento… Hubo un Panamericano aquí de Beisbol… En otra ocasión ofrecimos apoyo a las Olimpíadas Especiales pero, al parecer, acordaron ir a otro lugar… Les diría, que ya por aquí hemos tenido hospedados, hasta la fecha, unos 5,000 atletas… Por cada atleta se pagan US$30.00 por día… Esto incluye desayuno, comida y cena, y la habitación, además del uso del resto de las áreas… Los atletas concentrados para estos Panamericanos que inician en unos días los está cubriendo el Ministerio de Deportes”.
“Y cuántos trabajan aquí con usted, arquitecto?”-mete la cuchara Píndaro-… “¡Somos 108 personas! –nos responde de inmediato-… Soy arquitecto y, al mismo tiempo, chef de profesión… Tengo además hasta un sexto semestre en economía y una maestría en arquitectura tropical” –expresa con orgullo, al tiempo de con una sonrisa hacer una reflexión en voz alta-…”Pero, soy más arquitecto que hotelero”.
Hemos bajado de nuevo al primer piso y caminamos sonrientes y felices… de ver un mundo nuevo en el que se respira salud por doquier… Es justo en este momento, que vamos a tomar un poco de agua de coco y nos daremos un descanso antes de continuar nuestra increíble visita… ¡Un mundo nuevo en el que se respira salud por doquier!