El alcance de la reforma fiscal

El alcance de la reforma fiscal

Es evidente que existe un absoluto consenso en el país sobre la necesidad de realizar una profunda reforma fiscal y además, es un compromiso de la nación en el Acuerdo con el FMI. La gran pena es que esta reforma no se realizara en diciembre pasado, para que ahora no se encontrara su debate en una encrucijada muy difícil en el medio de unas elecciones y después en nuevo Gobierno. El FMI fue demasiado flexible en este punto tan vital. Se ha perdido un año por gusto, lo que ha sido muy negativo para la economía. Sin embargo, en donde existen controversias y posiciones distintas es sobre su contenido, alcance y las tasas de aumento de impuestos.

Ahora, el debate se concentrará en la filosofía y tipo de la reforma. La discusión se enfocará en temas como los aspectos de eficiencia de la Administración Tributaria y reducción de la alta evasión impositiva, la reducción y racionalización del gasto público y la disminución de los aranceles e ingresos por el convenio del TLC y su compensanción por otros impuestos sobre el consumo. El alcance de la reforma también dependerá si los candidatos y el futuro presidente realiza una reforma integral, si modifica o no ciertas áreas que implican un alto déficit cuasi fiscal y si respeta los lineamientos y topes del FMI o si guiado por tantas promesas de campaña se embarque en una nueva expansión de gastos e inversiones públicas, que necesitarían más impuestos, pero de paso violaría los topes cuantitativos con el FMI y rompería el Acuerdo.

[b]Cinco decisiones pre reforma[/b]

Deseo enfatizar que el monto de los nuevos ingresos que se necesitará dependerán de los cambios que se realicen en varios problemas esenciales. Es decir, hay que tomar decisiones serias concomitante con la reforma fiscal, en puntos como: 1) La reducción del alto déficit cuasi fiscal que generan los intereses de los Certificados del Banco Central, cerca de RD$ 40,000 millones anuales. 2) La velocidad y monto del desmonte arancelario, que dependerá si se aprueba en este año el TLC en el Congreso norteamericano, ya que puede disminuir las recaudaciones en alrededor de RD$ 3,000 millones. 3) La reducción del subsidio al sector eléctrico que ahora cuesta cerca de RD$ 3,400 millones y lograr que sea financieramente autosuficiente. 4) Si se reduce el servicio de la deuda externa que asciende a RD$ 37,000 millones, mediante reestructuraciones amigables y voluntarias, se mantiene la tasa de cambio bajo control y comiencen a reingresar una parte de la fuga de divisas de US$ 3,000 millones, que salieron en tres años, más nuevas inversiones extranjeras. Y, 5) Mediante la reducción y racionalización del gasto público. Todas estas desiciones a tomar, deben ser compatibles con los topes del FMI.

A continuación presentó como recordatorio de las limitaciones que tenemos, el Resumen de las Cuentas Fiscales que el Gobierno y el FMI acordaron en el Stand by de enero de este año, para 2003, 04 y 05. Cualquier reforma fiscal y proyecciones de ingresos y gastos del Presupuesto Nacional del 2005 deben estar dentro de estos parámetros, al menos que el próximo Gobierno rompa con el FMI o voluntariamente negocie con el FMI cambios en ciertas metas y topes, porque en mi opnión no son realistas y no se podrán cumplir, salvo manteniendo el país sumido en una recesión.

[b]Metas pactadas con el FMI[/b]

Las metas y topes fiscales acordados en el Stand by con el FMI, entre otros muchos, son los siguientes:

Nota: Como en el Acuerdo con el FMI no se presentan proyecciones del PIB, hemos tomado ciertos datos del informe de UBS Investment Research, Latin American Economic Perspectives, del 24 de febrero 2004.

En adición a estas metas y compromisos con el FMI, también existen las llamadas metas cuantitativas para cada trimestre y cada año que se tiene que cumplir. Por ejemplo, en la Tabla 1, llamada Criterios Cuantitativos de Desempeño 2003 05, el FMI proyecta como topes, las siguientes cifras para estas variables monetarias y fiscales. Gasto total para el Gobierno para el 2004 RD$ 101,000 millones y solo permite aumentar a RD$ 115,550 millones para el 2005. Cualquier exceso de promesas, de aumentos de sueldos del 30%, que representa RD$ 10,400 millones y, a la vez, dedicar el 5 % del PIB, RD$ 32,000, millones para inversiones en infraestructura, es inviable, una ilusión vana. Si encima reduces el impuesto sobre la renta para beneficiar a la clase media alta y la alta, además de muy injusto, reduciría en RD$ 7,200 millones las recaudaciones si lo bajan a 15% y en RD$ 10,800 a 10 %, lo cual violaría los topes de ingresos. Son promesas fuera de todo contexto real y de las metas pactadas. Para el 2005, reitero el gasto público no puede pasar del 16 % del PIB, casi exactamente el nivel de 2004 de 15.9%. Por tanto, la política fiscal tendrá que ser conservadora, nada de expansionismo ni aventuras.

El FMI permite como pérdida cuasi fiscal para 2004, la suma de RD$ 25,500 millones y para el 2005 RD$ 22,650 millones. En ambos años, con la presente política de laissez faire con los Certificados y con intereses al 50 % y más, el costo financiero excedería de estas metas. Como techo de la Base Monetaria, es decir, la Emisión Monetaria, para el 2004 se permite RD$ 75,850 millones y para el 2005 RD$ 85,680 millones. Lo malo es que el FMI no brinda ideas de solución del déficit cuasi fiscal, que a abril ascienden a RD$ 80,934 millones y crece cada mes, convirtiéndose en una bola de nieve imparable. Inclusive, en el Acuerdo original de agosto tenía un tope a los Certificados de RD$ 69,448 para el 2004, pero en el segundo acuerdo revisado en enero 04, cambiaron la metología y se eliminaron los topes a los Certificados y se intrujo el criterio de un techo a la Emisión Monetaria. En ambos casos representa una política monetarista muy restrictiva, que aumenta las tasas de interés y crea fuertes presiones inflacionarias y devaluatorias.

[b]Criterios económicos y tributarios[/b]

Por otro lado, hay que tener presente los factores económicos y decidir qué es lo que queremos, si recuperar la estabilidad macroecómica en el 2004 y 2005 o si se desea expandir la economía, sin antes reestructurar los cinco puntos señalados anteriormente. Hay decisiones que no solo son económicas, sino más bien políticas y sobre la sociedad que se deseamos lograr. Yo prefiero, con ligeros cambios negociados con el FMI, que se mantenga ante todo el Acuerdo y sus lineamientos cuantitativos generales. Solo le tengo cuestionamientos a los topes de Emisión Monetaria y al dejar en el limbo el grave problema de los Certificados, porque entonces seguiremos en el círculo vicioso de expansión por pagos de interes y contracción por nuevas emisones de CPBC. Creo que hasta que se realice, la reforma fiscal deberá revisarse los topes tributarios de activos internos netos del Banco Central y de Emisión Monetaria, para que no fuerce a emitir más Certificados.

Recomiendo tener muy en cuenta que no se debe sobreajustar la economía con un exceso de impuestos, pues entonces recargaría al sector privado, dilatando la recuperación del crecimiento y el empleo. Además, si se intenta aumentar los ingresos del Presupuesto en un 40 % en un año, se violaría el Acuerdo con el FMI y le quitaría ese monto de dinero al sector empresarial y al pueblo consumidor, lo que seguro aumentaría el costo de la vida y acentuará la recesión. Por otro lado, un aumento desmesurado del gasto provocaría aumentar las tasas impositivas del ITBIS entre el 20 % a 25 %, ampliar su base de productos y los impuestos selectivos al consumo en un 50 %, lo que es imposible y contraproducente para la economía y el pueblo.

[b]El TLC y habrá que compensarlos[/b]

Es además, una política tributaria muy regresiva en contra de la clase media y el pueblo, porque disminuir las tasas del impuesto sobre la renta, eliminar el impuesto de herencias para después ser compensados con aumentos excesivos del ITBIS y los selectivos al consumo, sería lo más regresivo que conozco.

Sugiero, finalmente, que la reforma fiscal siga los lineamientos del FMI y sea una mezcla de ideas y el consenso del país. Hay que bajar los aranceles si se aprueba el TLC y habrá que compensarlos con otros ingresos impositivos, pero no se debe castigar al sector privado, con un sobreajuste tributario, que deprima más la economía y retrace la recuperación. El primer objetivo es que el Gobierno no gaste más de lo contemplado con el FMI, salvo cualquier ligero cambio, para que realmente apoye la estabilidad y que deje al sector privado convertirse en la locomotara del crecimiento y la creación de empleos, como siempre lo ha sido. Para el 2005, lo mejor es tener control presupuestario y saneamiento de los problemas monetarios y fiscales, para que del 2006 en adelante ya podremos volar. Ahora solo hay que cambiar los impuestos y las tasas al ITBIS y los selectivos al consumo, en los montos necesarios, pero que cualquier aumento de las recaudaciones debe provenir de la reducción de la evasión, de una administración más eficiente y retornando capitales del exterior. La meta debe ser mantener la prudencia, la estabilidad interna y no sobrecargar con impuestos al pueblo y a los sectores productivos.

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