El alga sargazo invade el Caribe

El alga sargazo invade el Caribe

EFE. Reportajes
La portavoz del Instituto de Asuntos Marinos de Trinidad y Tobago, Lori Lee Lum, considera que la elevada presencia de alga sargazo en la región muestra que algo anómalo ocurre en el océano Atlántico, “por lo que deben tomarse medidas”. Su país ya pidió amplia colaboración para encontrar una respuesta conjunta de los países del área para atender esta anomalía.

Según Lee Lum “en verano de 2011 comenzó a registrarse la llegada masiva de sargazo pelágico a las costas del Caribe Oriental”.

De las más de 250 especies de algas pardas, hay dos que componen el sargazo pelágico: la “Sargassum natans” y la “Sargassum fluitans”. Ambos tipos de algas flotantes forman un hábitat dinámico que alberga a unas ciento veinte especies de peces y ciento veinte especies de invertebrados, según datos del Instituto de Pesca del Golfo y el Caribe (GCFI, por sus siglas en inglés).

“Es un hábitat de crianza que otorga refugio y comida a especies en peligro, como las tortugas marinas y también el atún”, según un reciente informe del GCFI.

Origen y causas posibles. Antes de 2011, la mayoría de este tipo de algas presente en el área habían sido arrastradas a la zona desde el mar de los Sargazos, localizado al norte del océano Atlántico. Sin embargo, un estudio realizado por la Universidad del Sur de Misisipi no encontró ninguna asociación obvia entre este suceso y la corriente del mar de los Sargazos.

“Proponemos que la fuente de sargazo relacionada al verano de 2011 en el Caribe proviene del océano Atlántico, al este de Brasil”, se lee en el informe que, además, atribuye el fenómeno a aparentes cambios en la corriente norte de ese país y de Guyana.

“Algunos científicos asocian la causa del sargazo a temperaturas más altas de lo normal y a la escasez de vientos, factores que podrían haber influenciado cambios en las corrientes del océano Atlántico, una posible consecuencia del cambio climático”, según el informe del GCFI.

Desde hace cuatro años las toneladas de sargazo que se acumulan en playas de Trinidad y Tobago, San Martín, Puerto Rico, Barbados, República Dominicana y otras islas, se han incrementado gradualmente afectando poco a poco la economía y estilo de vida de los territorios.

“El sargazo ha sido considerado una amenaza para nuestra economía regional porque atenta contra el turismo”, fue una de las conclusiones de un simposio organizado por la Universidad de West Indies de Barbados que convocó a expertos regionales para discutir el problema.

La Organización Caribeña de Turismo (CTO, por su sigla en inglés) no dispone todavía de datos sobre las pérdidas económicas en las islas del Caribe por la invasión de estas algas, ya que el organismo todavía no ha recibido informes de empresas hoteleras y complejos turísticos sobre la repercusión del sargazo en sus operaciones.

Un portavoz de la CTO señaló a Efe que, por el momento, las empresas no han notificado cancelaciones. Durante el simposio, representantes ministeriales y privados de varias islas del Caribe Oriental sugirieron la creación de un fondo común para sufragar los gastos de una posible “agencia de manejo de emergencia de sargazo”. En la reunión, se propuso que esta entidad -cuya creación aún no ha sido confirmada- dirija sus esfuerzos a atender la limpieza, manejo e investigación de este fenómeno.
Efectos en la salud. Una portavoz de la Agencia de Salud Pública del Caribe señaló a Efe que el sargazo no representa una gran amenaza para la salud de las comunidades que viven en áreas costeras, ni para turistas o profesionales de la industria pesquera. No obstante, destacó que si este tipo de algas se seca en las playas podría emitir sulfuro de hidrógeno, “un fuerte olor similar al de huevos podridos, lo que podría incomodar u ocasionar náuseas a las personas que transiten por al área”.

Según datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, la exposición al sulfuro de hidrógeno podría causar irritación de los ojos y del sistema respiratorio, apnea, conjuntivitis, dolor ocular, mareos o dolor de cabeza, entre otros.

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