EMIGDIO VALENZUELA MOQUETE
“El alma es un acorde, la disonancia su enfermedad”. Pitágoras.
“Un hombre que tiene un alma hermosa, siempre tiene algunas cosas que decir; un hombre que dice cosas hermosas, no tiene necesariamente su alma hermosa”    Confucio.

Tal como lo escribiera recientemente un caricaturista refiriéndose a nosotros los dominicanos y al país, cito: “ ¡Yo creo que fuimos elegidos para un experimento científico que mide hasta dónde es capaz de resistir el ser humano!”

Ante la acuciante realidad que nos azota, en los momentos de ocio que me permite el ajetreo de mi profesión que es la abogacía, para evitar frustraciones, en una especie de fantasía, como forma de distanciarme de los mortales, me he hecho la creencia y vendido la idea de que mi destino es escribir, y siguiendo ese orden a manera de entretención he optado por abordar temas esotéricos como lo es la localización del alma en la anatomía humana.

En relación con la interrogante que encabeza este artículo, he cuestionado sobre el particular una diversidad de personas que abarcan especialistas en aspectos religioso, filosófico, médico, sociológico e histórico. Las respuestas han sido variopintas pero inasibles y de inextricable y complejo entendimiento.

Unos dicen que el alma es un sentimiento interior abstracto y no tangible; otros que el alma no está localizada en el cuerpo humano sino que viene de afuera; y otros sostienen que se trata de una construcción cultural; hubo quienes prefirieron no divagar y me respondieron: déjalo ahí, que esa interrogante es muy difícil. La respuesta que entendí con mayor acierto me la expresó un primo neurocirujano quien me respondió más o menos en el sentido de que el corazón es un músculo a la izquierda del pecho con 4 cavidades llenas de sangre que sostiene y da vida al cerebro irrigándolo, sin él no hay función cerebral y tampoco alma. El cerebro contiene los procesos bioquimicoeléctricos que producen la mente y el pensamiento su producto más refinado, la mente se apoya en el Sistema o Lóbulo Límbico que es la estructura donde reside el alma, donde se asienta lo que sentimos y cómo reaccionamos ante los estímulos de cualquier naturaleza físicos o psíquicos.

Lo que parece está fuera de toda duda es que el alma es una especie de sentimiento in abstracto que no puede tocarse ni verse. Pienso que es un proceso. No es un órgano palpable como el corazón, el cerebro, los pulmones, los riñones que tienen un sitio y pueden localizarse en el cuerpo humano. Sobra decir que el alma tiene sus matices.

De todas maneras, discernir sobre el alma en cualquiera de sus vertientes es un tema apasionante, profundo y el razonamiento que he expuesto sólo tiene por propósito motivar a mucha gente autorizada y entendida que hay en este país a que me ayude a localizar ¿DÓNDE ESTA EL ALMA? para entonces, como dicen los versos de esa hermosa canción de Leonor Porcella, saber “donde podré gritarte que te quiero”.