Cada vez que se hace una evaluación de nuestros bachilleres cobran mayor fuerza los argumentos que justifican la contratación de técnicos “de donde sea” para formar a nuestros profesores. Una muestra reciente de que esto es así, y de que tenemos déficit de profesores bien formados, surgió al evaluar a más de 300 bachilleres  aspirantes  a ser acogidos en el Instituto Comunitario Técnico Superior (ICTS) para cursar carreras técnicas. El 90% de ese grupo reprobó los exámenes de ingreso. El rector del instituto,  Víctor Hugo Deláncer, está convencido de que la falla es de los profesores que educaron  a esos muchachos en las escuelas.

Ese solo hecho sepulta los argumentos de quienes han expresado rechazo al propósito del Gobierno, de contratar expertos extranjeros para formar maestros dominicanos, como parte del plan que procura mejorar sustancialmente la  enseñanza. El Gobierno no haría nada con destinar a educación el 4% del PIB, si primero no ejecuta una verdadera transformación de la currícula magisterial. Nuestros bachilleres egresados de las escuelas públicas tienen lagunas terribles y son ellos los que pagan las consecuencias de la mala formación de muchos de nuestros  maestros. Hay en las escuelas mucha gente con amplios conocimientos, pero con poca capacidad para transmitirlos a los estudiantes. Es hora de reivindicar el derecho de los estudiantes a recibir una formación óptima.

Algo perjudicial para la salud

Las enfermeras son el brazo ejecutor de las indicaciones de los médicos para restablecer la salud de los pacientes. Organismos especializados en cuestiones de salud consideran que el equilibrio ideal es que haya una enfermera por cada médico, pero en nuestro país la relación está sumamente desequilibrada y solo hay una enfermera por cada 5,6 facultativos. Es una relación perjudicial para la buena administración de la atención en salud.

Esta situación ha sido comprobada mediante investigaciones hechas en el país por el  Banco Mundial, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS-OMS). Podemos especular que el bajo salario que se paga a las enfermeras estaría entre los factores que han  hecho disminuir la demanda para esta carrera. Cualquiera que sea la causa del déficit, es un desequilibrio nocivo para la salud.