El sector turístico no se verá afectado de manera directa por el aumento de la tarifa eléctrica de un 11 por ciento, puesto que la mayoría de los hoteles consumen energía de suplidores independientes.
Sin embargo, el incremento afectará indirectamente por la demanda de servicios de los turistas fuera de los establecimientos hoteleros, explicó Rafael Blanco, ex presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (Asonahores).
Blanco consideró que el alto costo energético resta competitividad a los operadores del sector, puesto que en promedio pagan 5.80 dólares por turista por día, mientras que en la Rivera Maya en México cuesta 2.80 dólares.
Dijo que un motivo de preocupación es que la cara energía que pagan está exenta de impuestos, tras indicar que si llegase a pasar un proyecto que se ha planteado para gravar a ese sector, los costos de energía subirían en un alto porcentaje.
Otro factor negativo para el país, según Blanco, es que esta nación se ha convertido en muy caro, por los altos costos del transporte, la energía eléctrica, la comida y otros servicios que afectan tanto a los presupuestos de las familias como a las empresas e industrias.
Puso de ejemplo los restaurantes dominicanos, al término de compararlos con algunos de las ciudades de Nueva York o París, debido al costo de los insumos, bebidas altamente gravadas, la energía eléctrica y un 26 por ciento a la factura (16 de ITBIS y 10% por servicio).