La protesta de los médicos por obtener un reajuste salarial que elevara sus ingresos a RD$58,000 ya llegó a su noveno mes sin que se perciba una solución satisfactoria, sobre todo después de que el Consejo Nacional de Desarrollo decidiera mantener en el Presupuesto de Gastos de 2009 las mismas partidas que destinó en el actual de 2008 a las diferentes secretarías.
Waldo Ariel Suero, el timón del Colegio Médico Dominicano (CMD) y acaso el más aguerrido de los representantes de ese gremio, ya anunció que en esta semana reanudarán las protestas en los hospitales, ante el nuevo golpe que aleja el logro de los médicos.
La decisión del gobierno le parece una burla, porque en octubre los presidentes tanto del Senado como de la Cámara de Diputados, Reynaldo Pared Pérez y Julio César Valentín les prometieron incluir el incremento salarial en el proyecto de presupuesto de gastos del 2009.
Las tensiones. La lucha reivindicativa se inició el 21 de febrero de este año, tres meses después de la elección de Suero como presidente de la entidad, y en el transcurso de esos meses la sinrazón de las partes ha impedido que se concreticen acuerdos que beneficien al CMD y al organismo rector, en este caso Salud Pública.
Mientras la clase médica aboga por un aumento de salario aparentemente sin condiciones, el secretario de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez, condiciona el cumplimiento de la demanda a que los médicos cumplan con un horario de trabajo que supere las cuatro horas que ahora ofrecen.
A tres meses para que se cumpla un año del inicio de la lucha reivindicativa, una de las más largas del gremio médico, la demanda salarial parece caminar hacia la deriva, sobre todo porque desde el sector oficial no se ve flexibilidad.
Antecedentes
La perseverancia
De febrero a noviembre de este año el CMD ha realizado 13 huelgas en los hospitales de Salud Pública y del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), así como siete marchas, de las cuales tres culminaron en el Palacio Nacional.
La huelga de hambre
El primero de octubre varios médicos, dirigidos por Suero, iniciaron una huelga de hambre en Salud Pública, de donde fueron sacados forzosamente la madrugada del día dos.