Como neurólogo, asesor de la Asociación Dominicana de Alzheimer, nos invitaron a dictar la pasada semana una conferencia con este título y por eso convoco hoy a “conversar” sobre el tema a mis amables lectores. La enfermedad de Alzheimer es la forma de demencia más común, afecta de manera importante la memoria y nos deja sin ningún recuerdo para esos años dorados de la “tercera edad”.
Se estima que más de 33 millones la sufren en el mundo y se calcula que esta cifra se triplicará en los próximos 40 años y que para el 2050 más de 106 millones la padecerán. Cuando nosotros hacemos como neurólogo el diagnóstico de dicha entidad médica, las dos preguntas más comunes de los hijos o familiares cercanos, son: ¿tiene relación con la genética? o ¿qué hacer para evitar padecerla? Las respuestas a estas dos preguntas son la razón del conversatorio de hoy. Sí, hay estrecha relación con la genética, se ha establecido un patrón de herencia de un 25%. Está estudiada la relación de su origen, con la genética y los cromosomas, ya se ha identificado la relación de la enfermedad del alemán con los cromosomas: 21, 14, 19 y 1.
Cuando el 3 de noviembre de 1906, Alois Alzheimer, neuropatólogo alemán, presentó en el 37mo. Encuentro de los Psiquiatras de Alemania su comunicación “Acerca de una enfermedad peculiar del córtex cerebral”, no se imaginó el impacto futuro que tendría esa descripción del cerebro de Agusta Demond. Esta dolencia degenerativa y progresiva la padece alrededor del 5 al 7% de los mayores de 65 años.
Sabemos que se caracteriza por los olvidos frecuentes y la incapacidad de retener la información, acompañados de cambios en el comportamiento y en la personalidad del enfermo, como son la irritabilidad y los cambios de humor.
En referencia a la segunda pregunta, tenemos muy buenas noticias: trabajos de la Universidad de Cambridge, publicados en la revista “The Lancet Neurology”, en agosto de este año (vol. 13, issue 8, pág. 788-794) liderados por la profesora Carol Brayne, del Instituto de Salud Pública de la muy prestigiosa universidad inglesa. Ellos demostraron que la falta de ejercicios, el tabaquismo, la depresión, la falta de educación, la diabetes, la hipertensión arterial y la obesidad, están entre los factores importantes que predisponen a padecer el Alzheimer.
Noten los amables lectores que son casi los mismos factores que predisponen a los infartos, tanto cardíacos como cerebrales (los derrames). Hay factores que no podemos modificar, como la edad (más edad mayor riesgo) y la genética, pero estos siete factores mencionados sí los podemos manejar con un simple cambio de actitud hacia una vida más sana.
Soy de los que defiende que la enfermedad de Alzheimer tiene un importante substrato vascular, aunque hasta hoy no lo podemos precisar, pero esta investigación nos da un espaldarazo en nuestros juicios. La primera vez que oí hablar sobre este tema, de lo vascular en esta enfermedad de la memoria, fue en el XVI Congreso Mundial de Neurología, en el 1997 en la Argentina, al Premio Nobel Dr. Stanley Prusiner, el descubridor de los priones. Hoy estas evidencias nos señalan que hasta el 50% de los casos de esta temible enfermedad de la memoria se pueden prevenir con el simple cambio de la inactividad a la vida sana con ejercicios físicos y mentales, para cuidarnos más.
En otras palabras que una caminata diaria, control estricto de la tensión arterial, dejar de fumar, controlar nuestras grasas malas y el azúcar en la sangre (diabetes), evitar las tristezas, enfatizar en vivir felices, evitar el sobrepeso y estudiar mucho, ejercitando nuestros cerebros, están entre los elementos para escaparse de el malvado alemán y que este destructivo Alzheimer no aparezca temprano en nuestros cerebros. Estas medidas pueden evitar, según los ingleses, hasta un tercio de los casos de esta cruel y temida enfermedad demenciante. Antes de que se me “olvide”, quiero invitarlos a todos a que nos acompañen el próximo martes 9, a las 7 pm, a la Academia de Ciencias en la calle Las Damas esquina El Conde, donde la Universidad Única y la Academia formalizarán la “Cátedra Permanente de Ética Dr. José Silié Gatón”, inaugurándola con una conferencia del Dr. Luis Shecker Ortiz. Su compañía nos sería de muy grata complacencia.