El Alzheimer, una actualización

El Alzheimer, una actualización

Tabaquismo, alcoholismo, herencia, depresión son factores predisponentes

La característica principal de esta enfermedad de Alzheimer es la pérdida de la memoria que afecta la comunicación, el aprendizaje, el pensamiento y el razonamiento.

Aunque los síntomas de la enfermedad pueden ser muy variables, se podrían agrupar en tres esferas: la cognitiva, la conductual y la funcional; y todas sufren un progresivo empeoramiento.

Los primeros síntomas de la enfermedad comienzan normalmente con episodios de olvidos frecuentes, repetición de las cosas ya dichas, cierta irritabilidad emocional, conductas reiterativas y desconfianzas. Estas se engloban dentro de lo que se denomina «Déficit Cognitivo Leve», lo que se considera primera etapa de la enfermad de la memoria.


Se acepta que el “deterioro cerebral” es secundario a la alteración de algunas proteínas, se inician esas alteraciones en nuestros cerebros desde los 24 años edad, y que en los próximos 8 años o sea a los 32, ya están presentes las placas de proteínas anormales que dan inicio al Alzheimer.

Estas investigaciones confirman que por lo menos 12 años antes de que se haga evidente la enfermedad de Alzheimer, con las francas alteraciones de la memoria, ya están presentes los cambios de las proteínas neuronales que forman el “cemento” que sostiene las neuronas sanas. Lográndose estos resultados, no solo con biomarcadores obtenidos en el líquido cefalorraquídeo (LCR), sino también en experimentos con los novedosos marcadores cognitivos.

Debemos hacer la salvedad que lo genético, es muy importante, hay pacientes con estas proteínas alteradas, que no presentan nunca síntomas de la enfermedad. Lo correcto hoy es decir que el paciente tiene una «proteinopatía» con riesgo de demencia. Por ello, debemos aceptar que el Alzheimer es una enfermedad con más de 30 años de evolución, de los cuales se pasan unos 20 años asintomáticos es decir sin la terrible pérdida de la memoria que nos demencia.

En la actualidad, ya se ha logrado en la investigación de la enfermedad, determinar un anticuerpo en el líquido cefalorraquídeo (LCR), que temprano marca el amiloide, que es la proteína alterada causante de la enfermedad del alemán.

Se ha demostrado que: la herencia, la falta de ejercicios, el tabaquismo, el alcoholismo, la depresión, la escasa educación (pocos estímulos cerebrales), la diabetes, la hipertensión arterial, elevadas grasas en sangre, el no socializar, la obesidad y los derrames cerebrales, están entre los factores predisponentes a padecer la enfermedad de Alzheimer. Todos estos factores son modificables, excepto la edad (a más edad mayor chance) y la herencia, pero todos los demás, son transformables, con un simple cambio de actitud en la forma de vivir, con un adecuado seguimiento médico y procurando vivir una vida más sana.

Lo ideal es hacer prevención contra el Alzheimer (hay otras demencias), para no llegar el paciente al médico cuando ya está demenciado. Con la modernidad se pueden diagnosticar los casos “asintomáticos” podemos con las disponibilidades técnicas de diagnóstico moderno hacer una “autopsia” del cerebro en vida.

Usando la Resonancia Magnética Espectroscópica, los PET scanners y máxime la determinación de biomarcadores en el líquido de la médula espinal. Por ejemplo cuando hay el aumento de los biomarcadores de la proteína Tau. Al igual con los marcadores, utilizamos comúnmente pruebas cognitivas (test neuropsicológicos), son las pruebas de gabinete que se hacen para valorar memoria, orientación, pensamiento lógico, cálculos, etc. Con estos test, podemos diagnosticar la enfermedad, aun el paciente no haya dado manifestación alguna de alteración grave de la memoria.

En estos casos, si se hace una detallada historia clínica del paciente, con información del paciente y su familiar cercano, de seguro la ocurrencia de: “olvidos” mínimos, conductas erráticas, repeticiones, olvidos de los nombres de familiares y de objetos, irritabilidades, episodios de desorientación momentáneos, ya han hecho presencia en su cotidianidad.

Al hacer todas estas pruebas y confirmar la enfermedad, ¿deberíamos iniciar de inmediato el tratamiento? La respuesta es una rotunda afirmación: ¡sí! En mi condición de médico Asesor de la Asociación Dominicana de Alzheimer y ser el campo de la memoria uno de mis temas de interés en mi profesión como neurólogo, al evaluar un paciente con estas condiciones médicas de memoria alterada y de cumplir con el protocolo de investigación usado en estos casos , debemos iniciar al paciente con las alternativas farmacológicas de que disponemos en la actualidad, pues a más temprano manejo farmacológico, recomendarle una serie de medidas para el cambio de vida (caminatas, sopa de letras, socialización, estudios, las iglesia,etc.) pues así serán mayores los beneficios que recibirá el paciente para ayudarse en que su memoria no se deteriore de manera rápida.

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