El amor del Padre

El amor del Padre

Cuando pensamos en un padre, nos llega a la mente algunas palabras relacionadas, tales como: protección, cuidado, amor y compañía. Cuando vamos a la Palabra de Dios, nos encontramos que existe una parábola llamada del Hijo Pródigo (Lucas 15: 11-32), que nos retrata de cuerpo entero la naturaleza y carácter del amor del Padre Celestial.

Jesús vino a revelar la persona del Padre y Su plan para nosotros. El está interesado en que nosotros, la humanidad perdida a causa del pecado, encontremos el camino de retorno al Padre.

Tres personajes importantes salen a relucir en esta maravillosa parábola:

1. La del hijo, que está perdido luego de gastar su herencia, el cual nos representa a nosotros.

2. La figura del padre revela el corazón, la misericordia y sobre todo, la hondura de perdón que se encuentra en Dios Padre.

3. La personalidad del hermano mayor, el cual reclama su supuesta fidelidad al padre, pretendiendo que por sus obras podía comprar el favor paternal, aún teniendo raíces de amargura y falta de perdón en su corazón; representa, sin lugar a dudas, a los fariseos, a los religiosos de ayer, a los religiosos de hoy, que ponen obstáculos humanos para que la gente llegue a intimar con Dios, en su condición actual, tal y como somos: pecadores necesitados del perdón de Dios.

La expresión más reveladora de que todos tenemos una oportunidad se encuentra en la expresión “y volviendo en sí, me levantaré e iré a mi padre”. Aquí Jesús habló de lo que pensaba. El creía que cuando un hombre estaba lejos de Dios y contra El, no estaba consciente de lo que hacía, de su estado real de perdición, sólo era realmente el mismo cuando despierta sorprendido del tiempo mal invertido, y toma el camino correcto de regreso al Padre. Las expresiones del padre que sin esperar argumentos justificativos humanos de por qué estuvo todo ese tiempo alejado, nos indica que Dios está dispuesto a perdonarnos sin reservas, sin condiciones e iniciar una nueva relación sin retaliación, y sin los fantasmas y acusaciones del pasado.

Hay toda una simbología exquisita, sin desperdicio, en las expresiones del padre que recibe y perdona. El instruye a sus siervos sobre: “Sacad el mejor vestido, poned un anillo en su mano, y, calzado a sus pies”, son expresiones de restauración de la condición de hijo del padre.

Dios está dispuesto a restaurar en tí la alegría perdida, el disfrute pleno de esta vida, la esperanza de una vida mejor aquí y ahora; y el deseo profundo de cultivar una relación, una comunión, una amistad con El.

En la parábola, el hijo tomó la decisión de volver al encuentro con su padre. Dios te recuerda hoy que los brazos de su misericordia no se han acortado. Porque no echa fuera al que a El viene. Esta parábola es conocida en todo el mundo como la ’Parábola del hijo pródigo. Más bien debería ser llamada la ’Parábola del padre amante y perdonador. Este es el mensaje que Jesús nos desea revelar. Cristo es el mejor regalo de Dios para la humanidad perdida. Por cuanto todos nos hemos desviado y apartados de Dios (Romanos 3:10, 11, y, 23). Cristo vino a la tierra para enseñarnos el camino de regreso al Padre. Sin su ayuda, todo esfuerzo humano es puro esfuerzo religioso.

Toma tu decisión hoy, aún es tiempo de volver a El. Sólo debes abrirle las puertas de tu corazón (Apocalipsis 3:20) y recibir a Su Hijo (Romanos 10:9, 10). Su amor está disponible gratuitamente para ti. ¡Búscale! (http:\www.regilmedina.us.tt; regilmedina@hotmail.com)

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