El ángel de Atlanta que habló de Dios a un asesino en serie

El ángel de Atlanta que habló de Dios a un asesino en serie

El País/ACPress.net
WASHINTONG
. – Brian Nichols, el hombre que acababa de matar a cuatro personas en un juzgado -entre ellas, al juez que le iba a condenar a cadena perpetua-, se refugió en un apartamento, al norte de Atlanta, con Ashley Smith , inquilina del mismo, como rehén. Pero esta mujer de 26 años acabó convenciéndole de que incluso su maltratada vida podía tener un sentido en Cristo.

El criminal se entregó, manso, a la policía que cercaba el apartamento, y Ashley Smith se convirtió en la última heroína espiritual de América.

Ashley, había salido de compras el sábado. A la vuelta, en el aparcamiento, Nichols le puso una pistola en la cabeza y subió con ella a la casa. El día anterior, Nichols, de 33 años, se había apoderado del arma de una policía que le llevaba a la sala del juzgado; allí mató al juez, a una taquígrafa y a un policía. Logró escapar secuestrando un automóvil conducido por un agente de aduanas al que también mató.

Una vez dentro, Nichols redujo a Smith, le tapó la boca con cinta adhesiva y la metió en la bañera: un modus operandi de lo más inquietante, porque es lo mismo que hizo a una ex novia antes de violarla.

Pero las cosas fueron por otro lado. Brian le quitó la mordaza y Ashley tuvo fe en el Dios en que creía para saber ver que detrás de aquel asesino en serie existía un ser humano. Primero, le dijo que ella necesitaba vivir, porque su marido había muerto y no quería dejar sola a su hija de cinco años.

Vieron juntos en la televisión la gran cacería organizada para capturarle, y Nichols dijo: «No puedo creer que ése sea yo». En un ataque de realidad, añadió: «Soy un hombre muerto». Pero ella replicó: «No, estás aquí, estás vivo. Necesitas tener esperanza. También puedes morir, si quieres. Tú decides».

TESTIMONIO CRISTIANO

Ashley, que tuvo varias oportunidades para escapar que no quiso aprovechar, le preguntó si podía leer un libro. Nichols no puso ningún problema, y la joven fue a su dormitorio a buscar lo que estaba leyendo «Una vida con sentido», la guía de comportamiento espiritual escrita por el pastor californiano Rick Warren hace tres años y que ha vendido más de veinte millones de ejemplares.

«Lo abrí por donde me había quedado, en el capítulo 33. Empecé a leer en voz alta. Nada más empezar, me dijo: ‘Un momento, ¿puedes leer eso otra vez?». La lectura, basada en la parábola de los talentos de la Biblia, habla de «cuál es el sentido de la vida de cada uno, qué habilidades se reciben, cómo se aprovechan…», explicó Ashley. «Cuando lo volví a leer, le pregunté qué le parecía… Me dijo que el sentido de su vida podría ser hablar con otra gente y contarles cómo era yo».

Impactado por el mensaje espiritual del Evangelio, después de la orgía de carnicería y locura, Brian Nichols dijo a Ashley Smith que creía que ella era un ángel enviado por Dios, y que aceptaba la salvación y el perdón de Dios; «Y que yo era su hermana y él mi hermano en Cristo, y que estaba perdido y Dios le había llevado a mí para que yo le dijera que había hecho daño a mucha gente».

Nichols le dijo que quería deshacerse del coche en el que había venido, porque la policía le seguía la pista. Salieron de la casa, cada uno en su vehículo, y volvieron en el de ella. Ashley preparó el desayuno y los dos siguieron hablando.

Ashley llamó por teléfono a la policía para decirle dónde estaba el hombre más buscado de EE UU en ese momento. Cuando los agentes llegaron, Brian se entregó sin ofrecer resistencia. Muchos dirán que estaba tan loco como cuando era un asesino. Otros entenderán que la locura de Dios es más cuerda que la sensatez de los hombres; y que quizás la realidad es que todos estamos perdidos, y que necesitamos un encuentro que de sentido a nuestras vidas (al margen de que socialmente llevemos vidas más o menos correctas).

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