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Por Mayda Balmaseda
El Año Nuevo Lunar Chino es, sin dudas, una de las manifestaciones culturales milenarias chinas con más arraigo familiar. Motivo de celebraciones populares masivas que compulsa el viaje de cientos de millones de personas en China y en el mundo, especialmente asiático, retornando al encuentro con sus allegados en las localidades de origen. No obstante, su expresión esencialmente china, las celebraciones ya hoy día trascienden más allá de las fronteras del extraordinario gigante chino e, incluso, más allá de los límites de Asia. Cada año más pueblos y nacionalidades, hasta de Occidente, se van incorporando a las festividades; la República Dominicana no es una excepción.
Los orígenes de la celebración del Año Nuevo Chino están cargados de leyenda, como toda la mitología china.
Ella se remonta al año XIV A.C, en momentos de la dinastía Shang, cuando se dice que un monstruo conocido como Nian (Año) asolaba las poblaciones al comienzo de cada año hasta que los habitantes detectaron que huía de las luces brillantes, el color rojo y los ruidos fuertes, por lo que comenzaron a usar esos elementos para ahuyentar al monstruo y, he ahí, el origen del colorido y ruidoso ambiente de las celebraciones.
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Para “ahuyentar a Nian” el pueblo chino desenvuelve todo su ingenio, representado siempre por uno de los 12 animales del zodiaco chino, este Año Nuevo de 2023 es encarnado por el llamado “conejo de agua” y comenzó el 22 de enero extendiéndose hasta el 9 de febrero de 2024, de acuerdo con el Horóscopo chino.
Los medios de transporte chinos se ponen en máxima tensión para trasladar el incontenible flujo de cientos de millones de ciudadanos que se desplazan, incontenibles, para celebrar junto a los suyos aprovechando los 7 días feriados establecidos. Solo en 2020, al coincidir con los peores momentos de la pandemia del coronavirus, los viajes estuvieron limitados.
El 22 de enero entró el año 4720 del calendario chino y en todo el país, y en el seno de sus comunidades en todo el universo, prima la alegría, los colores y la rica espiritualidad china.
Gran celebración y festividad de la conocida como “Fiesta de Primavera” o Año Nuevo Lunar. Es la celebración festiva más importante en toda Asia. Las festividades terminan con el Festival de los Faroles, en 2023 el 5 de febrero.
El primer día de su Año Nuevo es dedicado a visitar los templos para orar por el provenir. En los pueblos con influencia de la etnia han, mayoritaria en China, pero igualmente importante en Corea, Japón, Vietnam, Singapur, Filipinas, Tailandia, Malasia.
La fecha del Año Nuevo se determina atendiendo al ciclo mensual de las fases de la Luna y no por el movimiento del Sol como ocurre en Occidente.
Según el zodiaco, el 2023 estará representado por el conejo de agua, animalito que simboliza gracia, belleza, paciencia y paz; lo consideran expresión de la armonía y prosperidad. Para los que siguen el zodiaco chino el año llega cargado de la energía del conejo ofreciéndonos paz y bienestar
En el imaginario cultural tradicional chino, las personas nacidas en los años que corresponden al conejo – 2023, 2011, 1999, 1987, 1975, 1963, 1951, 1939, 1927 y así cada 12 años – se caracterizan por ser sinceros, pacientes, responsables y muy amables; más allá de la apariencia suave encierran gran confianza y fuerza.
Su perfil de personalidad se complementa por su elegancia, gentileza y por ser hábiles y rápidos en “diversas actividades”, lo que “es clave para su éxito en sus proyectos, tanto personales como profesionales”. Muchos creen que el animal que gobierna el año en que naciste ejerce una profunda influencia en tu vida.
Ojalá que, efectivamente, el apacible y dulce conejito traiga a lo largo del año 2023 paz a la humanidad y, especialmente, al laborioso e ingenioso pueblo chino enfrascado en construir un futuro de bienestar compartido sustentado en la cooperación de todos.
