El apoyo a las pequeñas empresas

El apoyo a las pequeñas empresas

BIENVENIDO ALVAREZ-VEGA
El Presidente de la República entregó recientemente 500 millones de pesos al Programa de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, más conocido por su sigla de Promipyme. Sin dudas, una gran noticia. Pero habría sido una noticia más grande todavía si al mismo tiempo el jefe del Estado hubiera anunciado que en lo adelante entregaría 200 millones de pesos para ese programa.

 Porque estamos hablando, sencillamente, del sector más dinámico de la economía en creación de empleos y de un gran creador de riquezas. Tan importantes son los trabajadores informales en las economías latinoamericanas y tercermundistas en general, que Hernando de Soto, el gran economista peruano, considera que son ellos los llamados a crear una revolución capitalista en estas naciones.

En la República Dominicana los trabajadores informales oscilan entre el 42 y el 50%, según sea el economista que los mida. Fuere una u otra la proporción, no hay dudas de que estamos hablando de un número importante. Similar, en volumen, a la cantidad de empleos que genera aquí el sector privado y ni qué decir de los empleados y botellas del sector público. Este sector tan estratégico y tan protector de la paz social está integrado por ese ejército de hombres y mujeres que «evolucionan» para hacer pequeños negocios en las plazas, en las buhonerías, en los mercados públicos, en los alrededores de las construcciones, en la cercanía de las grandes y medianas empresas, en las avenidas principales, en los salones de belleza, en las herrerías, en los pequeños colmados, en los talleres de mecánica, de artesanías, en los pequeños conucos, en panaderías, dulcerías, en diminutas imprentas y hasta medios de comunicación, etcétera.

A pesar de esta importancia, ampliamente demostrada aquí y acullá en múltiples investigaciones y estudios, los gobiernos y estados de la región no suelen diseñar políticas a favor del llamado sector informal de la economía. Tampoco lo hace el gobierno dominicano. Los políticos, que son quienes dirigen el Estado, suelen mirar y enamorarse de las grandes empresas, de los grandes nombres y de las grandes marcas. Porque carecen de visión, casi siempre, para dejarse seducir por la generación de puestos de trabajo, porque no tienen capacidad para darse cuenta que la economía menuda de estos pueblos descansa en esas informalidades. Para quienes duden que es así, vean este simple dato: el 79% de las empresas de la República son pequeñas. Claro, debemos reconocer que fue el doctor Fernández quien creó a Promipyme en 1998.

Volvamos al principio. Indicaba que esta entrega de 500 millones de pesos para Promipyme constituye una gran noticia. Falta ver ahora cómo será distribuido. Ojalà que no siga el patrón de la distribución del crédito bancario en el país, porque entonces una proporción importante de estos 500 millones de pesos se quedaría en la zona metropolitana —la capital y la provincia Santo Domingo—y en dos o tres ciudades más. A mi me gusta el modelo de la Liga Municipal Dominicana, que distribuye los fondos fiscales a los ayuntamientos según los habitantes de cada municipio. Es la fórmula más justa hasta el momento, y es la utilizada en varias partes del mundo.

La otra cuestión es que se necesitan más recursos, tal vez 200 millones de pesos por mes, y se requiere también una estrategia que haga posible la capacitación de los «ejecutivos» de los pequeños negocios, de forma tal que aprendan a negociar y a manejarse en un entorno económico tan cambiante como el dominicano.

El paìs necesita impulsar casi de forma revolucionaria el trabajo, el empleo y la independencia del Estado. Un empujón importante reside en fomentar estas micro, pequeñas y medianas empresas.

bavegado@yahoo.com  

Publicaciones Relacionadas

Más leídas