El árbol agradecido

El árbol agradecido

Premios fundación Corripio. Otorgo cinco galardones en diferentes aéreas. En foto: José Alcantara Almazar. 09-10-18 Foto: José Adames Arias.

Nos reúne esta noche la duodécima entrega de los Premios Fundación Corripio 2018, que celebramos en un ambiente de fraternidad, con mucha alegría y satisfacción por los logros alcanzados. Se trata de un acontecimiento anual muy esperado por su trascendencia cultural para el país, gracias al generoso mecenazgo de don José Luis Corripio Estrada, quien el año pasado marcó un verdadero hito sin precedentes entre nosotros, al galardonar a cien instituciones de asistencia social y de encomiable trabajo con niños y adultos en los campos de la salud, la educación, la cultura, el deporte, el medio ambiente, entre otros.

Este año se ha multiplicado el Premio Familia Corripio, instituido como una especie de árbol agradecido hacia el pueblo dominicano, que ahora incluye no una, como fue al principio, sino tres instituciones de servicio, elevando a siete el número de estos galardones, con la promesa de su presidente de seguir incrementando la cifra en años venideros. Justo es entonces dar las gracias de todo corazón a la familia Corripio Alonso, por su discreta y efectiva selección, hecha en la intimidad, guiada siempre por su compromiso social y el buen juicio que le otorga su larga experiencia y sensibilidad social.
La Fundación Corripio desea congratular a los que han resultado ganadores en esta versión del año 2018: el historiador Jaime Domínguez, el neurocirujano José Joaquín Puello Herrera, el artista plástico Freddie Cabral y la periodista Inés Aizpún. Todos ellos poseen altos méritos en sus respectivas disciplinas. Domínguez por sus decisivas contribuciones al estudio y análisis crítico de nuestro pasado; Puello Herrera porque, más que un galeno es, entre otras cosas, un icono de la neurocirugía en nuestro país; Cabral por ser un escultor creativo, innovador, y un maestro para las nuevas generaciones; y Aizpún por representar a la mujer periodista: culta, valiente, honesta, con una admirable capacidad de decirlo todo en unas cuantas frases.
De igual modo, vayan nuestros parabienes a las instituciones que han obtenido el Premio Familia Corripio: la Fundación St. Jude, la sociedad benéfica Amor y Paz, y las Escuelas Vocacionales de las Fuerzas Armadas y la Policía Naconal, por llevar a cabo su altruista labor en beneficio de sectores necesitados de apoyo.
En nombre de don José Luis Corripio Estrada, su esposa doña Ana María Alonso de Corripio, sus hijos y demás descendientes, deseo expresar la gratitud de la fundación a los señores miembros de los jurados responsables de elegir entre los candidatos propuestos. Me refiero a los historiadores José Chez Checo y Carmen Durán en «Historiografía»; los doctores Blanca Hernández y Raymundo Jiménez en «Ciencias Neurológicas»; ambos jurados presididos por don Jorge Tena Reyes, asesor-fundador de la fundación.
Asimismo, las críticas de arte Marianne de Tolentino y Myrna Guerrero Villalona en «Escultura»; la socióloga Rosario Espinal y el periodista Juan Bolívar Díaz en «Periodismo: Trayectoria profesional», que estuvieron acompañados por quien les habla. Sin el valioso concurso de los jurados de preselección y selección de los galardones, en que han hecho gala de sus conocimientos e integridad ética a la hora de elegir, no hubiera sido posible arribar a los excelentes resultados conseguidos.
Hay premios que llegan en plena juventud, cuando la obra de un autor o un artista levanta el vuelo con augurios promisorios. Pero la mayoría de las veces, un premio llega cuando el recorrido es largo y fatigoso y comienzan a caer una tras otra las hojas otoñales, aunque todavía haya mucha savia en las entrañas del árbol y queden aportes por hacer. Existe sin duda un misterio insondable en los trabajos y los días del intelectual o el creador artístico que trasciende la vida ordinaria para proyectarse en la imaginación y la creatividad porque, como dijo Albert Camus, y esto puede hacerse extensivo a cualquier actividad humana: «El arte es lo contrario del silencio, constituyendo uno de los signos de esa complicidad que nos liga a los hombres en nuestra lucha común».
Recibamos pues emocionados estos galardones, con el regocijo y el optimismo que ellos traen a nuestras vidas en momentos en que el ruido exterior amenaza con ensordecernos, y porque el estímulo de lo bueno, lo bello y lo verdadero sea parte importante de lo que nos impulsa a mantenernos en pie para poder seguir adelante en medio de las adversidades y frustraciones cotidianas, soñando y construyendo una sociedad mejor.

Martes 9 de octubre de 2018.

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