El arte como patrimonio

El arte como patrimonio

Una mano que se alza es una mano amiga que saluda la vida y puede continuar su camino después de haberse confortado con otra. Una mano es también una fórmula que plasmada en cualquier fondo es un tesminio inequívoco de que, como dice el escritor uruguayo Eduardo Galeano, alguien estuvo aquí. Cuando esa mano en lugar de autoretratarse a sí misma, decide tomar unpincel y mostrar ante todos lo que somos todos los demás, convierte a su dueño en un artista.  Muchas manos y muchas versiones de lo que somos y cómo nos vemos en el espejo roto de la verdad y las múltiples miradas conforman un patrimonio visual que cuenta una época, una historia, unas costumbres, una manera de ser, una cultura, un caleidoscopio de formas y colores que permanecen más allá de sus creadores y de sus primeros observadores, son la confirmación de que ninguna huella empieza o termina en quien la sustenta.

Esta reflexión llega ante la observación de la colección Permanente de Arte que deja como legado la presidencia de Julio César Valentín, iniciativa fruto del Programa de Apoyo a las Artes y a las Letras que tan buenos frutos dejó.

 Los artistas plásticos dominicanos de  mayor relevancia de este tiempo fueron escogidos para hacer trabajos especiales para los grandes murales de la Cámara de Diputados.  Allí también cuelgan obras no encargadas de grandes artistas de la plástica desde el Siglo XIX hasta el XXI.

 No se puede dejar de reconocer el valor que tiene que el pueblo tenga acceso a la misma en los 30 de mayo en que celebramos la libertad de la tiranía.

Al reconocer la persistente labor de conformación de este tesoro de la plástica de Valentín, queremos recordar a los que vienen ahora y los que vendrán después, que este no es un botín, sino un bien del país.

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