El arte de catar vinos

El arte de catar vinos

Catar un vino consiste en probar con atención esta exquisita y delicada bebida para apreciar su calidad, diferentes efectos y cualidades, a través de nuestros sentidos.
Los expertos en vinos aseguran que más que una simple técnica, la cata es todo un arte, una experiencia que permite describir de una manera incomparable la intimidad de este producto.
El catador es el profesional que tiene la capacidad de juzgar la calidad y las características de un vino después de ser embotellado. Por lo general, esta persona cuenta con formación de enología o de sumillería, no obstante, existen excelentes catadores autodidactas, y tú puedes ser uno de ellos.
De seguro te preguntarás cómo lograrlo, pues toda tu vida te has limitado a degustar el vino en restaurantes, fiestas o en la comodidad de tu hogar, en lugar de catarlo.
Te contamos que esta experiencia puede ser más fácil de lo que piensas. Hemos preparado un decálogo básico para que puedas llegar a ser un entendido en vinos, o por lo menos para conseguir desenvolverte en una que otra situación, como por ejemplo, en una velada muy formal.
1- Lo primero que debes tener claro es que en la cata de vino intervienen tres sentidos: la vista, el olfato y el gusto. A partir de allí tendrás la oportunidad de adentrarte en un mundo de sensaciones maravillosas.
2- Localiza tu tipo de vino. Mucha gente dice que no le gusta esta bebida, pero es casi seguro que existe un tipo de vino ideal que encaja con cada persona, solo es cuestión de encontrarlo.
3- Al descorchar una botella, lo primero que tienes que analizar es su corcho. Este debe estar ligeramente humedecido por el vino, lo que demuestra que la botella se ha guardado siempre inclinada. Al presionar el corcho se debe comprobar su flexibilidad, su aroma y confirmar que solo huele ligeramente envinado.
4- Los mejores vinos son siempre aromáticos y complejos, y van haciéndose más expresivos a medida que hacen contacto con el aire.
5- Siempre debes oler la copa. No sientas vergüenza, si eres el encargado de probar el vino, lánzate y huele sin miedo. Es importante que sujetes la copa siempre por el pie o el cuello, porque si no se alterará la temperatura del mismo.
6- Lo adecuado es que además de la vista, el olfato y el gusto, uses todos los sentidos. No dejes de poner a volar tu imaginación, en cada persona el vino puede evocar distintas sensaciones o recuerdos, usa tu propia experiencia e imaginación, no es necesario que emplees el complicado lenguaje usado por los profesionales.
7- El vino debe observarse con buena luz y sobre un fondo blanco como el del mantel o un plato, inclinando la copa 45 grados.
8- Hay que mantener el vino en la boca un momento, degustándolo y encontrando toda la gama de sabores que ofrece.
9- Respeta el orden, puesto que el vino debe ser servido en un orden determinado. Acompaña el aperitivo de vinos blancos o espumosos, los vinos rosados junto a los entremeses y finalmente para los segundos platos reserva los vinos tintos.
10- Y por último, asegúrate de evitar los enemigos del vino. Hay comidas que no maridan bien con él, por lo que debes evitarlas para no arruinar una buena degustación, ocurre esto con alimentos como los espárragos, el vinagre, la cebolla y el ajo.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas