El arte de colocar los cuadros

El arte de colocar los cuadros

Poner el marco, y la María Luisa o paspartú (marco de cartón o madera para fotografías, dibujos, etc.), es el primer paso y el que más definirá el resultado final, ya que son estos dos aspectos los que sirven para resaltar la obra; son como la vitrina que ayuda a que el cuadro luzca.

El color del marco y el del paspartú dependen del tipo de obra, así como del estilo decorativo del lugar. Esto no significa que para una habitación verde deba elegir un paspartú verde, o un marco ocre para una estancia amarilla. Cada obra necesita un estilo específico de marco, ya sea por cuestión estética o por su conservación: por ejemplo, las acuarelas o dibujos se deterioran si no son enmarcadas con un cristal y un paspartú que las proteja.

LA COMPOSICIÓN

El segundo aspecto a tomar en cuenta es la composición. La regla principal se basa en establecer un orden interno entre los cuadros, lo más definido posible. A grandes rasgos, puede decirse que existen cinco composiciones atractivas y fáciles de realizar: 1) Es válido ordenar los cuadros formando una figura geométrica (triángulo, rombo, etc.); 2) Ordenarlos respetando una línea común horizontal; 3) Colocarlos respetando una línea común vertical; 4) Si tiene una pared vacía, y lo que pretende es llenarla, una buena idea es dibujar con los cuadros un rectángulo o cuadrado imaginario, como si fuera un gran muro de exposición; 5) Ahora bien, si prefiere una composición menos rígida y más creativa, existe la opción de distribuir los cuadros irregularmente: en forma de escalera, en rombo, formando un círculo, etcétera.

UNO O VARIOS CUADROS

En caso de tener una obra de tamaño considerable, lo ideal, para que destaque, es colgarla sola en una pared en la que se aprecie bien. Para no errar, piense desde dónde la mirará más a menudo. Por su parte, las obras pequeñas pueden verse perdidas si están dispersas, y es preferible agruparlas en una única composición. Otra posibilidad para que no se vean tan aisladas es ponerlas cerca de un mueble o sobre alguna cómoda.

SISTEMAS PARA COLGAR CUADROS

Cuando haya decidido dónde y cómo quiere colgar sus cuadros, deberá pensar en el método más apropiado para sujetarlos a la pared. La manera más común y resistente para hacerlo es mediante el uso de taquetes y alcayatas.

LA IMPORTANCIA DE LA ILUMINACIÓN

Es esencial que el punto de luz que escoja ilumine de modo uniforme toda la superficie del cuadro. Puede instalar focos de haz lineal (sujetos sobre la pared) o focos de haz más amplio (empotrados en el techo). Si su objetivo es destacar un cuadro en específico, necesitará una luz puntual a unos 20 centímetros de distancia de la superficie del marco. Los especialistas en iluminación recomiendan la utilización de bombillas incandescentes de voltaje medio para los cuadros.

No conviene poner lámparas halógenas, pues queman los pigmentos y crean reflejos.

CINCO PASOS PARA COLOCAR

– Decida la altura: si es un cuadro aislado, o el cuadro principal de una composición, calcule que debe quedar a la altura de la vista, es decir, entre 1.50 y 1.60 m. desde el suelo.

– Planifique la distribución: antes de llenar la pared de agujeros, ensaye las posibles disposiciones en el piso.

– Establezca las distancias: calcule el espacio que va a dejar entre un cuadro y otro. Tenga en cuenta que mientras más exactas sean estas medidas, más ordenada y equilibrada quedará la composición.

– Marque las líneas maestras: dibuje con un lápiz y una regla la línea sobre la cual va a ir cada cuadro.

– Marque con una aguja o clavo la fijación de cada cuadro: a fin de evitar errores al taladrar o clavar, más vale marcar los puntos donde se harán los agujeros.

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