El arte de escribir cuentos

El arte de escribir cuentos

DIÓGENES VALDEZ
El narrador en tercera persona tiene la ventaja que desde el punto de vista técnico permite evadir las deficiencias del personaje, cosa que no podría hacerse si se narrara en primera persona. Este narrador permite una mayor distancia crítica, a despecho de lo que ocurre, cuando el autor utiliza el «yo», produciendo entonces en el lector una mayor identificación con el tema y los personajes.

Cuando esta voz anónima se confunde con la de uno de los personajes, y adopta su punto de vista, acontece que únicamente puede narrar aquellos acontecimientos en los que está presente y es, de aquel personaje al cual imposta, una especie de alter-ego. En consecuencia, esa voz no sabe más de lo que el personaje sabe, sin importar que aquel sea protagonista o testigo. Ahora bien, su punto de vista acerca de lo que cuenta tiene siempre una vital importancia, porque podría ser:

a-. Que lo sepa todo: que conozca el presente, pasado y futuro de todos los personajes que intervienen en el drama narrado. Además, podría estar enterado de lo que dichos personajes piensan, ambicionan y plantean hacer, tanto a lo interno como a lo externo de la narración.

Es el desempeño de su rol narrativo, esta voz tiene la potestad de condenar o aprobar las acciones y ejecutorias que se desarrollan hacia el interior del cuento, tanto si se trata del personaje principal, como de aquellos que son considerados secundarios. Por todos estos atributos se le denomina narrador omnisciente o narrador Dios.

La segunda posibilidad podría ser la siguiente:

b-. Que dicha voz únicamente sepa aquello que «ve y escucha». Que sólo sepa lo que está sucediendo alrededor de los personajes. En este caso carece de autoridad para juzgar, por lo que su actitud es completamente imparcial. No tiene por tanto una opinión propia y siempre adoptará la opinión o punto de vista de uno de los personajes, y jamás podrá comunicar nada de lo que ocurra fuera de su presencia, ni los pensamientos de los otros personajes.

Esta voz existe, aunque no es de un personaje, y no lo es porque carece de nombre y en ningún modo interviene en el desarrollo de la historia que está siendo contada. Muy de vez en cuando y de la manera más remota, habla de sí mismo, pero manteniendo siempre una distancia prudente del desarrollo de la historia. Es, de las personas narrativas, la más racional de todas, y su utilización le ofrece al autor de la historia la oportunidad de distanciarse de los personajes, concediéndole la libertad de juzgarlos, de la manera más fría, escrupulosa, e imparcial. Se le denomina, narrador vídeo.

Narrador omnisciente. Es aquel que lo sabe todo. No sólo lo que se ve y escucha, sino también los pensamientos e intenciones de los personajes. Asimismo, conoce el pasado de cada uno de ellos, y lo que les habrá de ocurrir en el futuro. Adopta dentro de la narración el papel de Dios.

Narrador vídeo. Es alguien que vive fuera de la historia, y no lo sabe todo. Es símil de compararlo con una cámara de vídeo, que capta y eterniza en su interior todos los acontecimientos, es perfectamente adecuado. No conoce por tanto, ni el pasado, ni el futuro de los personajes, ni el pensamiento de los mismos, ni sus más secretas ambiciones. Únicamente está enterado de lo que acontece a su alrededor.

Desde donde se narra. Resuelta la incógnita de quien debe ser la persona narrativa, es necesario establece el lugar desde dónde se narra. Esta disyuntiva es mucho más simple que la anterior, puesto que solamente existen dos ubicaciones desde donde se puede efectuar dicha narración. A saber:

a-. Desde dentro de la narración y

b-. Desde fuera de la narración.

En el primer caso, la voz que cuenta la historia, se denomina narrador interno. En el segundo caso, como es natural, narrador externo.

Narrador interno. Es una voz carente de nombre y por tanto, imposible de identificar. Ella puede saber todo acerca de la narración y de los personajes, así como aquella parte que es la esencialmente narrada. Este narrador es una especie de Dios y como hemos visto con anterioridad, se denomina narrador omnisciente. Cuando se narra desde fuera significa que el narrador es uno de los personajes, que en el caso más común, podría ser el protagonista del hecho. Pero del mismo modo, dicha historia podría también ser narrador por alguien que observa el desarrollo de dicha historia desde una perspectiva cercana. En este caso, a la voz que narra se le denomina testigo.

Narrador externo. Es aquel que únicamente conoce aquello que «escucha o ve».

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