“Es fácil vivir con los ojos cerrados, interpretando mal todo lo que se ve”, esa genial fórmula retórica de John Lennon sirve para describir la ceguera en la que cayó la juventud nacionalista del Catorce de Junio en la coyuntura política de los años 1961-1963, según explica Juan Bosch en su libro “Crisis de la democracia de América en la República Dominicana”, cuya primera edición, hecha en México, data de 1964.
Bosch no esperó regresar a Santo Domingo en octubre de 1961 para empezar a estudiar su país en todos los aspectos: su economía, su composición social, su proceso político, su cultura, y hasta la lengua hablada por el pueblo llano.
“Lo había emprendido desde antes de salir al exilio en 1938 y lo continuó allí en el extranjero, en los diversos países en que le tocó residir y desenvolverse en su vida personal”, esta reflexión es del antropólogo, abogado y diplomático Rafael Julián Cedano, en su análisis del libro “Crisis de la democracia de América en la República Dominicana”, en el marco del panel realizado por la Fundación Juan Bosch a fin de conmemorar el 61 aniversario de esta publicación.
En ese sentido, Julián Cedano recordó que Bosch tras su vuelta al país confirmó algunas de sus hipótesis fundamentales, en particular las referidas al atraso dominicano debido a la arritmia histórica sufrida en el largo proceso de constitución de lo nacional, que no detuvo ni menguó la anómala e inorgánica modernización capitalista-industrial introducida por Trujillo.
Transformación social
“Eliminado el tirano en mayo de 1961, a Bosch y su partido, el PRD, les correspondió actuar políticamente para que la nueva etapa que se abría no quedara en un simple cambio de personas a nivel gubernamental, sino que conllevara transformaciones de fondo en la estructura económico-social del país y en el propio Estado nacional”, explicó el catedrático.
En su ponencia también refirió que constatar que la vieja oligarquía dominicana se organizaba y comenzaba a andar públicamente bajo la alegada bandera del patriotismo desinteresado, puso en alerta a Juan Bosch, para quien este movimiento de lo que él llamó la casta de la gente de “primera” anunciaba en realidad su futura y no tardía conversión en partido político, con vistas a competir en la disputa por el poder.
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Importancia de esta obra
Por circunstancias de las luchas contra la tiranía trujillista, particularmente en su etapa final, izquierdistas y derechistas habían compartido no sólo la oposición clandestina al régimen sino también cárcel, tortura y muerte, lo que terminó por acercarlos más estrechamente y persuadirlos de actuar en un frente común, obviando la distinción de clase y la correlativa diferencia de intereses y objetivos. De esa manera, la oligarquía encontró un sector social de apoyo fuera de sí misma para tomar fuerza y a la vez frustrar la posible revolución nacional.
“Es aquí que despunta la importancia singular de la obra -Crisis de la democracia de América en la República Dominicana-, por medio del cual Juan Bosch produjo un libro para dar razón de las técnicas y de la teoría que sostienen el arte de escribir cuentos”, resalta en su conferencia.
A su entender, Juan Bosch escribió este libro de sociología en el que elabora el concepto de lo ocurrido en la coyuntura de la lucha de clases de 1961-1963 y de su intervención como líder político en aquella coyuntura. También debe ser leído como un artefacto de inteligencia de guerra, parte de los preparativos del contragolpe para derrocar al triunvirato y restaurar el orden constitucional roto en 1963.
Política estratégica
Julián Cedano en su análisis puntualiza que Bosch había afirmado y erigido en principio de una línea política estratégica, que el trujillismo no sobreviviría a la desaparición de Trujillo, conclusión no subjetiva sino fruto de sus investigaciones acerca del fenómeno representado por ese régimen.
“Cuyos resultados quedaron plasmados en su libro Trujillo: causas de una tiranía sin ejemplo, publicado en Caracas en 1959, el cual antecede a este otro de la crisis de la democracia dominicana que estamos comentando. A lo que se añadiría el contexto internacional y en particular interamericano, con las sanciones económicas adoptadas contra el gobierno dominicano por la OEA, que buscaban aislarlo y someterlo a asfixia, es así que Bosch prevé la salida de la familia Trujillo en un plazo definido muy breve, lo cual se cumplió con exactitud matemática”, expone.
Reflexión de la fuente consultada
“Golpe de Estado primero, elecciones después”: así explicó Bosch, mediante una fórmula lapidaria y paradójica, que su gobierno estuvo condenado a ser derrocado prematuramente o que podía inclusive impedírsele llegar a instalarse formalmente.
“El ambiente reinante en febrero de 1963 era tan negativo, preñado de tantas acusaciones descalificadoras contra Bosch y sus gentes que no se esperaba de los grupos sociales dominantes otra actitud que no fuera la del boicot activo o una conspiración abierta”, concluye su análisis el experto en relaciones internacionales.