El arte de la guerra, un libro genial para estrategias política y militar

El arte de la guerra, un libro genial para estrategias política y militar

Rafael Santos, periodista y escritor.

“El arte de la guerra” es un texto genial. Inspirador. Con una gran carga de recomendaciones para el desarrollo de estrategias no solo en el campo de la milicia, sino en lo político y hasta en lo personal.

Todo aquel que trabaje cualquier asesoría debe tenerlo como un importante manual de cabecera. Su autoría es atribuida al estratega y general de la milicia China, Sun Tzu, el cual y de acuerdo a los datos encontrados, vivió en el 544 antes de Cristo, en el Estado de Qi.

El libro consta de 11 capítulos y 127 páginas. Es de fácil lectura. Más que un simple texto para nuestro enriquecimiento intelectual, es un valioso material que al iniciar con sus primeras páginas, el lector como que se adentra no a una simple lectura, sino que se imagina que justo al lado o mirándonos fijamente a los ojos, está Sun Wu (verdadero nombre de Sun Tzu), hablándonos de manera serena sobre lo que se necesita para desarrollar habilidades internas y así ponerlas al servicio de nuestras mejores causas.

Este, más que un texto sobre maniobras militares, es más bien un libro que encierra además un componente de primerísimo orden sobre estrategias políticas, que es a fin de cuenta el caso sobre el cual navegaremos en el presente análisis- crítico-reflexivo.

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Según nos adentrábamos entre sus páginas, íbamos subrayando un sinnúmero de versos o postulados estratégicos, los cuales nos resultaron fascinante, ya que los escogidos para el presente análisis, encierran en sí, toda una gama de conocimientos que de llevarlo al terreno de la política, claro está, como estrategias, las mismas no tendrán otros resultados que no sea el triunfo.

Por ejemplo, el autor en la página 16 establece «que la autoridad del general (en este caso el líder político), está dada por las siguientes cualidades: sabiduría, equidad, humanidad, valor y severidad», cualidades estas que dentro del tema que nos ocupa es de gran valor a la hora de estudiar de manera concienzuda a quien o quienes se debe seguir en cuanto liderazgo político se refiere.

Sun Tzu, general estratega a quien se atribuye la autoría de este importante manual de estrategias de guerras y que se adapta a la política y a otros campos.

«Si eres capaz fingirás incapacidad, si eres activo fingirás pasividad. Cuando te encuentres cerca aparentaras estar lejos y cuando estés alejado harás creer que está cerca. Usaras señuelos para hacer caer en la trampa a tu enemigo, simula desorden para caer sobre él por sorpresa» pagina 18, y más adelante establece, que “un jefe (nosotros decimos líder) debe ser «sereno e inescrutable» y capaz de comprender «planes insondables».

A medidas que avanzamos, el lector va descubriendo “nuevas” fórmulas para el diseño de las diversas estrategias que en términos políticos, hacen de un partido o de un aspirantes a tener liderazgo, o que ande tras la búsqueda de una posición político-electoral, el camino más fácil para llegar a la meta propuesta.

Ahora bien, quien ande detrás de un liderazgo o una posición política-electoral, debe hacerse acompañar de un muy buen equipo que tenga dentro del campo propuesto, no solo experiencia, sino sabiduría, habilidad e inteligencia política.

“Cuando tu enemigo se concentre prepárate a ofrecerle batalla, cuando se fortalezca evítalo”, algo que se ve mucho en nuestros países con escasas preparación en el arte y la ciencia de la política, en nuestros países es lo contrario, de ahí es que el autor recomienda los tres elementos antes descritos y que se encuentran en la página 16.

“Provoca al general (líder político), enemigo y trata de confundirlo”. “El general que se encoleriza permite que se quebrante su autoridad con gran facilidad. Su temple no es estable. Insúltalo, muévelo a la cólera; de esa manera la irritación enturbiará su criterio y se lanzará sobre ti en forma irreflexiva y carente de plan”, página 19.

Las pasadas recomendaciones suelen ser verdaderamente demoledoras para quien desde sus perspectivas actúa con la debida serenidad e inteligencia política-emocional, tema tratado en otros de los análisis –críticos-reflexivo pasados. Más adelante, en el mismo párrafo, continúa estableciendo Tzun, “Simula inferioridad de condiciones e incentiva su arrogancia”, ¡genial!

Como una de las tantas recomendaciones, pero en la página 21, nos continúa exhortando que quien dirige la batalla tiene que “desencadenar sobre el ataque cuando advierta que no está preparado y avanza rápidamente sobre él por donde no lo espere”.

Un asunto de mucha importancia recomendada dentro de este libro en cuanto a estrategias diversas se refiere, es que quien o quienes se hacen llamar líderes, tienen que tomar en cuenta “La influencia moral si de verdad quiere influir sobre el pueblo en el sentido de llevarlo por el recto camino, es necesario instruirlo”, página 23.

En el capítulo 3 el autor nos habla sobre La Estrategia Ofensiva, y ahí mismo, pero en la página 34 nos dice que “un enemigo sin aliados constituye un problema menor y se coloca en una débil posición”, de ahí es que muchos de los partidos del sistema electoral de nuestras naciones, buscan hacer negociaciones en base a la implementación de un clientelismo, muchas veces con notables raíces corruptoras.

Es preciso señalar, que alrededor de nuestro sistema político-electoral se han formado muchos de estos partidos de los llamados “pequeños”, con el básico objetivo de lograr negociaciones y estar siempre cobijados bajo las sombras del poder, y de ahí alimentar sus hasta personales arcas económicas, sin que hasta el momento nuestras leyes, (en este caso la dominicana) tengan un reglamento adaptado a los llamados tiempos modernos.

Portada del libro El Arte de la Guerra.

“Conoce a tu enemigo y a ti mismo; así en cien batallas jamás correrás el menor peligro. Si conoces al enemigo, pero no te conoces a ti mismo, tus posibilidades de victoria son iguales a tus posibilidades de derrota. Si desconoce a tu enemigo y no te conoces, en cada batalla seguramente correrás peligro”, página 40.

Ahora bien, debemos precisar un punto de una trascendental importancia, en cuanto a la realización y el diseño de estrategias dentro del campo de la política, y es que cuando sus “cerebros pensantes” se deciden de manera seria y decidida a buscar el poder, estos tienen en cuenta, que “El orden y la confusión dependen de la organización; el coraje y la cobardía dependen de las circunstancias; la fuerza o la debilidad de los despliegues”, página 52.

Y ahí mismo es los párrafos siguientes nos dice que “Cuando las tropas (en este caso nosotros decimos los partidos políticos) alcanzan una situación favorable, el cobarde se vuelve valiente; si la situación se trasforma en desesperada, el valiente se vuelve cobarde. En el arte de la guerra no hay reglas fijas. Las reglas se determinan según las circunstancias”.

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Definitivamente, que estamos ante un libro con finas y suculentas propuestas en cuanto al diseño de estrategias se refiere, El mismo (reiteramos), es un excelente manual también para el diseño y la implementación de maniobras políticas con vía de alcanzar el poder.

Dentro del mismo se analizan la debilidad y la fortaleza, las astucias que se desarrollan en los diversos escenarios de los combates, los desiguales terrenos en donde se producen los enfrentamientos y la manera de como enfrentarlos, así como el empleo de los agentes de espionajes, este último uno capítulos que de interesante se pasa por tener toda una gama de conocimientos y de estrategias que de ponerla al servicio de las mejores causas y con la debida inteligencia y sabiduría política, el triunfo es inminente.

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