El arte del empapelado

El arte del empapelado

El papel de pared puede ser un maravilloso accesorio para cambiar o transformar una esquina insignificante en un espacio acogedor y llamativo.

Ideal para tapizar un nicho, así como una alacena o un closet, sin que esto interfiera con el resto de la decoración de la habitación. Pero antes que todo, elija un papel que le guste de verdad y antes de pegarlo, prepare las paredes colocándoles masilla y lijándolas como se hace antes de pintar.

Al empapelar el interior del armario de cocina o la alacena se logra una acogedora sensación de hogar. Este papel debe ser de diseño simple, tomando en cuenta que las latas de conserva y los paquetes de alimentos tienen etiquetas de colores fuertes.

Al colocar el papel dentro del armario de cocina, colóquelo de izquierda a derecha en vez de desde arriba hacia abajo. Así no tiene que emparejar los bordes, y será fácil alinear el papel.

Y si tiene un pedazo de papel que no le alcanza para el espacio que quiere cubrir, enmárquelo como un cuadro y cuélguelo. Realce el armario de las sábanas y las toallas empapelando su interior, un fondo llamativo convertirá la actividad cotidiana de guardar un mantel o sacar una toalla en un placer.

Si comparte un mismo closet con su pareja, puede delimitar los dos espacios con los gustos y preferencias de ambos. Aunque él prefiera las rayas y ella las flores. Esto le permite a cada cual expresar sus gustos individuales.

Los más pequeños casi siempre tienen muy claras sus ideas sobre la decoración. Así que ellos pueden ayudarles a elegir el papel tanto de la habitación como de los cajones y closet si va a hacer uso de ellos.

Para determinar cuántos rollos de papel se necesitan, divida la cantidad de pies cuadrados de la superficie que quiere cubrir por la cantidad de pies cuadrados que trae un rollo. Una vez que haya hecho ese cálculo, compre al menos un diez por ciento más de papel para asumir un margen de error para los ajustes.

Los papeles de vinilo son una interesante opción. Son lavables y se encogen, lo cual es cómodo para alinear los bordes o cuando se quitan y vuelven a poner para arreglar una raya que no haya quedado bien derecha.

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