El ascenso de los cazadores alfa

<p>El ascenso de los cazadores alfa</p>

Exceptuando una gran sorpresa, 2007 verá mercados de acciones mundiales tocar nuevas alturas, reconquistando picos que alcanzaron al inicio de la década. Pero lo harán de diferentes formas.

El índice Morgan Stanely Capital International entró en el año 1.8% por debajo de su nivel del Año Nuevo de 1999, medido en moneda local. Para llegar al pico que las acciones del mundo establecieron en marzo de 2000, el índice tendrá que ganar 5.4%. La mayoría de los analistas parecen creer que es posible alcanzarlo este año.

Desde marzo de 2003, el liderazgo de las acciones mundiales ha cambiado. Grandes valores, en particular en el sector de la tecnología, lideraron el gran mercado alcista que terminó en marzo del 2000. En ese periodo, el estilo de inversión de “crecimiento”, en el cual los administradores de fondos eligieron aciones cuyos ingresos parece probable que crecen más rápido que el promedio, superaron el estilo rival del “valor”, en el cual los inversionistas prefieren buscar acciones que parecen baratas, comparadas con su valor fundamental.

El patrón es diferente ahora. Durante los últimos siete años, los inversionistas en valor han tenido mejores resultados que sus colegas del “crecimiento”. No sorprende que los inversionistas en “valor”, que están a la caza de negocios fáciles, hayan liderado el mercado desde que estalló la burbuja de la tecnología. Ahora, el pronóstico más popular es que las grandes compañías de “crecimiento” están listas para superar resultados. Esto viene no solo del criterio de que los mercados deberán regresar al medio histórico, sino también de que los pronósticos de una desaceleración en el crecimiento de las ganancias corporativas, que han crecido a una tasa anual de más de 10% durante los últimos tres años. Con ingresos que pierden velocidad, las corrientes de ingresos más amplias y diversificadas de las grandes compañías los hacen más atractivo.

Si el mercado mundial se mira en términos geográficos, también ha cambiado radicalmente durante los últimos siete años. EEUU ya no representa más de la mitad de la capitalización de mercado del mundo. De acuerdo con los índices MSCI, los mercados emergentes han ganado 86.7% durante esta década.

Pero el alza en los mercados emergentes también refleja una historia de crecimiento secular. India y China, en particular, han ascendido como economías de crecimiento, y están atrayendo una parte desproporcionada de flujos de inversiones. La hipótesis de los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) defendida por Goldman Sachs en 2001, ha desarrollado su propio enfoque de la inversión, mientras el dinero que antes hubiera ido a EEUU se ha desviado, al contrario, hacia los mercados emergentes más grandes.

Estos cuatro países en conjunto ganaron 53% el año pasado. Hay fuertes razones para que los mercados de estos países estén creciendo, pero gran parte de este retorno parece ser la espuma generada por los flujos excepcionales de inversiones que se desplazan al mundo emergente desde EEUU. Hasta 2005, los fondos invertidos por los inversionistas minoristas estadounidenses fuera de su país nunca habían excedido la cantidad que invertían en casa: el año pasado, el volumen que enviaron al exterior superó sus inversiones internas en cerca de 10 a 1.

Estos flujos extraordinarios de dinero, y los retornos asociados, han motivado a algunos a predecir un vuelco en los mercados emergentes este año. La mejor opción de retornos parece estar en lo que ahora se llaman mercados “pioneros”, que solo están empezando a recibir el dinero de las inversiones occidentales.

¿Quién determinará los cambios en los mercados mundiales este año? Este es otro cambio que se ha producido durante la década. El poder que estaba con las agencias calificadoras, grandes administradores de fondos institucionales y bancos de inversiones, está cambiando a los que aportan índices, fondos de cobertura y acciones privadas.

El mercado a la baja en las acciones corrientes le ofreció una apertura a los fondos de cobertura, que usaron estrategias no vinculadas directamente con el mercado, y mostraron que podrían superar los resultados de los administradores convencionales de fondos de acciones. Esto, a su vez, llevó a muchos inversionistas a aplicar criterios tomados en préstamo de un Modelo de Apreciación Activos de Capital, que dice que los retornos de una acción vienen de dos componentes: la dirección del mercado en conjunto (beta) y los factores exclusivos de ese valor (alfa).

El debate ahora es: ¿por qué no separar los dos cuando se invierte? Beta puede ser captado barato por los fondos de inversión que replican un indicador. Con los ahorros, los inversionistas institucionales pueden financiar a los administradores de fondos que, a su vez, pueden hacer el trabajo realmente difícil de capturar los “alfa”-los retornos no vinculados al mercado.

Los que buscan los alfa han estado ocupados eligiendo acciones en los mercados emergentes, y los fondos de acciones corrientes privados cuya parranda de adquisiciones ha desempeñado un papel vital en sostener las valuaciones de las acciones globales. Si los inversionistas siguen respaldándolas con fondos, y si el mercado de crédito los apoya con financiamiento históricamente barato -en ambas casos, grandes interrogantes-, estos cazadores de alfa también podrían seguir desplazando al mercado hacia territorios nuevos y más exóticos.

VERSION IVAN PEREZ CARRION

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