El asma y la diabetes ocasionan grandes riesgos para la salud

El asma y la diabetes ocasionan grandes riesgos para la salud

NUEVA YORK.- Si usted es uno de los millones de estadounidenses con una condición de salud crónica como el asma, la diabetes, enfermedades neurológicas, enfermedades cardíacas o pulmonares, entre otras, esta información sobre la influenza es importante. En combinación con la condición de salud que usted sufre, la influenza aumenta su riesgo de enfermarse gravemente, lo cual podría causarle hospitalización o la muerte.

La doctora Anne Schuchat, directora general adjunta de los Servicios de Salud Pública de Estados Unidos y del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de CDC señaló: «durante años hemos sabido que la influenza es una enfermedad grave, especialmente para personas con condiciones crónicas».

Entre estas condiciones están: el asma (aunque esté controlada con medicamentos), las enfermedades pulmonares y cardíacas, las condiciones neurológicas (derrames y condiciones relacionadas con el sistema nervioso, el cerebro o la médula espinal), trastornos sanguíneos y endocrinos (diabetes tipo 1 y tipo 2), trastornos de los riñones y del hígado o sistemas inmunológicos debilitados.

Durante la temporada pasada — cuando el mundo enfrentó la primera pandemia de influenza en más de 40 años — quedó demostrado que la influenza es muy agobiante para aquellas personas que sufren afecciones crónicas. La mayoría de las muertes que ocasionó el virus H1N1 del 2009, se presentaron en personas con al menos una de estas condiciones. Las posibilidades de hospitalización también fueron mayores para personas con condiciones crónicas. CDC calcula que casi el 60% de niños y más del 80% de adultos hospitalizados con influenza H1N1 del 2009 presentaron una o más condiciones crónicas.

La afección de salud más común que presentaron los ingresados al hospital con influenza H1N1 del 2009, fue el asma, seguida por la diabetes, las enfermedades cardiovasculares crónicas, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, y los trastornos neurológicos y neuromusculares. Estudios señalaron que las personas con obesidad parecían correr un mayor riesgo de sufrir un caso grave de H1N1 del 2009.

Los expertos esperan que el virus H1N1 del 2009 esté presente durante esta temporada, junto con otros virus de influenza. Las personas con afecciones de salud crónicas pueden protegerse contra la influenza mediante la vacuna.  La vacuna esta temporada protegerá contra el virus H1N1 del 2009 y otros dos virus de influenza. Durante décadas se han fabricado vacunas seguras y confiables, y usted no puede contraer la influenza a través de ellas.

Pregúntele a su médico si usted tiene una afección de salud que puede aumentar su vulnerabilidad ante la influenza. De ser así, asegúrese de vacunarse.

Los síntomas de la influenza incluyen fiebre, tos, dolor de garganta, secreción o congestión nasal, dolor de cuerpo, dolor de cabeza, escalofríos y, algunas veces, vómito y diarrea.

Se cree que los virus de influenza se propagan primordialmente de persona a persona a través de las gotitas que se producen al toser, estornudar, o al hablar. Los virus también pueden propagarse cuando las personas tocan un objeto contaminado con el virus y después se tocan la boca, los ojos o la nariz.

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