Cada país debido a su posición geográfica, a sus costumbres y a sus riquezas en recursos naturales, posee ventajas y a la vez desventajas. Algunos países sufren la amenaza constante de ser invadidos, en otros la guerra y los bombazos son el diario vivir.
En el caso de la República Dominicana, como dijo Don Pedro Mir: “Hay un país en el mundo colocado en el mismo trayecto del sol”, cierto es, que estamos en el mismo trayecto del sol, pero también nos encontramos en la ruta de paso de tormentas y huracanes. Matthew con un simple asomo nos mostró que todavía queda mucho camino que recorrer en prevención y mitigación de desastres naturales.
El concepto desastre natural hace referencia a las pérdidas materiales y humanas ocasionadas por fenómenos naturales, ejemplo de estos fenómenos: “Matthew”.
De acuerdo con la oficina de las naciones unidas para la reducción de riesgo ante desastres naturales , por sus siglas en inglés (UNISDR) , los desastres no son naturales , sino que son el resultado de poca prevención y la escasa planificación ante los fenómenos de la naturaleza . En el caso que nos compete; Matthew, empezó a ser desastre cuando murió la primera persona por su causa o cuando quedó incomunicada la primera comunidad. Los efectos de un desastre pueden amplificarse debido a una mala planificación de los asentamientos humanos, falta de medidas de seguridad y planes de emergencia.
En fin, mientras no haya conciencia ciudadana sobre el peligro de vivir en zonas de vulnerabilidad, de igual modo las agencias del estado no sean más preventivas que proactivas, asimismo el gobierno no invierta los recursos necesarios para mejorar la infraestructura de nuestro país, seguirán cayéndose los puentes, cayéndose los muros de las escuelas, incomunicándose las regiones, y donde terminó un desastre, ahí mismo comenzará el otro.