POR CARLOS NINA GóMEZ
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En la presente columna -que divido en dos entregas- abordo el tema delboxeo profesional de República Dominicana y su avance.

Pero en concatenación con el tema, voy a exponer algunas puntualizaciones que envuelven a un veterano y destacado periodista deportivo dominicano. Me refiero a Heriberto Morrison, a mi juicio el periodista más completo -y capaz- que registra la historia del periodismo especializado en deportes en República Dominicana.

Y aclaro: Este critero no es un cumplido para satisfacer al amigo…¡y mucho menos caer en la lisonja, que no es mi estilo!.

El boxeo, sin ninguna pizca de duda, vive un momento positivo. Un gran momento como no ocurría hacía mucho tiempo. En actualidad mucha gente se interesa por este deporte.

Personas que nunca se habían interesado por las noticias boxísticas ahora buscan información sobre este deporte, se interesan por los boxeadores quisqueyanos, quieren que aquí, siempre, se presenten atractivas carteleras en las que participen estelares púgiles criollos y extranjeros.

 Tras la ganancia de un nuevo campeonato mundial para nuestro país, el que conquistó Joan Guzmán el pasado 16 de septiembre al derrotar al argentino Jorge Rodrigo Barrios, se ha comenzado a “sudar” una fiebre de boxeo.

Además, las autoridades deportivas (oficiales), encabezadas por al bonachón ministro de Deportes, Felipe Payano, han hecho valiosos aportes para que el boxeo se encamine por senderos de progreso…¡y que sus principales protagonistas (los boxeadores) avancen en sus propósitos!.

Un deporte en el que no se debe improvisar
 Siempre he abogado, y así lo explico en mi libro Redacción Deportiva, porque el periodista especializado en deportes tenga sus “rangos”.

Vale decir, que cada miembro de la prensa deportiva asuma su rol…que escriba o comente -si se trata de un comunicador de la televisión o la radio- del deporte que domina. No improvisar cuando vaya a escribir o emitir algún comentario por la radio o la televisión.

 La primera función del periodista, sin importar la especialidad que tenga, debe serrespetar al público. Si el periodista o comentarista improvisa, si no trabaja en función de los principios y postulados que norman el periodismo profesional, estará violando todo ese formado y, por vía de consecuencia, irrespetando al público. ¡Y, por demás, violentando, flagrantemente, la ética profesional!.

Porque el periodismo deportivo se debe trabajar en función de la capacidad técnica que tenga el periodista. Y por igual el comentarista de radio y televisión.

Desde luego, como en todo el saber humano, en la especie que tratamos hay excepciones…¡en el periodismo deportivo de nuestro país Heriberto Morrison es una excepción!.

Hay otros colegas de la prensa deportiva que podrían ser incluidos en lo que es “la excepción de la regla”.

Cuando digo periodistas deportivos excepcionales lo que quiero significar es que tienen el talento, la capacidad y la alta sapiencia, en sentido general, para dominar la mayoría de las disciplinas depotivas.

De las que pueden hablar y escribir con autoridad. Sin exponer aspectos divorciados de la técnica propiamente de un deporte determinado.

Hay que reconocer, y al mismo tiempo resaltar, que el boxeo, en su camino de avance y desarrollo, cuenta en el país con capacitados periodistas. Periodistas que conocen esta disciplina, que son verdaderos analistas, que no escriben y ni comentan por los programas de radio y TV de oída.

Sé que Heriberto Morrison, a propósito del avance que acusa el boxeo local -especialmente por la calidad que exhiben sus púgiles de estos tiempos a nivel local e internacional-, está conteste con el criterio que emito.

En el periodismo especializado en boxeo, que es el tema que da pie al presente artículo, debemos trabajar en función de esos postulados. Si así lo hacemos, entonces siempre nuestras crónicas, reportajes, análisis y trabajos de investigación tentrán, por parte de los fanáticos y público en general, todo viso de credibilidad.