El Banco Agrícola sería convertido en una institución de primer  piso, con el fin de crear un sistema financiero que garantice el fomento y el financiamiento de la producción agropecuaria y forestal del país.

El administrador del banco,  Paíno Abreu, presentó recientemente una  propuesta en la que explica que  esa entidad por las dificultades que tiene para cumplir la Ley Monetaria y Financiera y las normas prudenciales “deje de ser una institución bancaria propiamente dicha y se convierta en una agencia financiera del Gobierno”.

Eso, por un lado, resuelve el problema del Banco Agrícola en términos de cumplir normas prudenciales porque no tendrá que enfrentarse a eso, debido a que obedecería a una estrategia de producción agropecuaria del Gobierno. Abreu precisa que eso funcionará dependiendo como el  Estado quiera orientar la producción agrícola.

Señala que la idea del banco del segundo piso es la propuesta que surge para resolver el problema financiero y de inversión en el campo. Esta incluye todo el sistema financiero, toda  la banca múltiple, de desarrollo, las asociaciones de ahorros y préstamos, las entidades no bancarias, como las cooperativas formales y las agroindustrias, como las factorías de arroz, procesadoras de tomate y otros productos, las torrefactoras, etc., que son las que pueden canalizar fondos hacia el campo y que harían el primer piso.   

Indica que como hay un sector bastante amplio en el país de entidades financieras, entonces el sistema financiero agropecuario quedaría multiplicado por decenas de esas entidades de primer piso, canalizando fondos del banco del segundo piso que sería una entidad que no tendría que tener oficinas en todas las provincias del país, sino una sede central, a través de la cual se otorgarían los préstamos. Recuerda que el Fondo Fide  del Banco Central fue una forma de canalizar recursos al sector agropecuario a través de las diferentes entidades financieras. El Banco Agrícola hizo de primer piso y las entidades financieras. 

Indica que la idea del segundo piso es trabajar con las entidades financieras existentes que serían las que recibirían las solicitudes de créditos, evaluarían esos préstamos y cumplirían con las normas prudenciales y la Ley Monetaria y Financiera. Explica que los fondos canalizados a través del banco de segundo piso no correrían ningún tipo de riesgo, porque además el sistema estaría compensado con varias propuestas adicionales, como el fondo de garantía que se haría a través de una emisión de bonos aprobados por el Congreso Nacional y los fondos de apoyo al Seguro Agropecuario.

Afirma que el banco de segundo piso operaría con un sistema de garantía total, porque quienes implementarían el primer piso son las demás instituciones del sistema financiero, las cuales estarían avaladas con fondos de garantía y con seguros. En ese sistema el seguro es   importante debido a que en primera instancia va a asegurar las inversiones que se hagan, por lo que las instituciones que participen del sistema  no tendrían riesgo tampoco, porque estarían respaldadas por el seguro. La propuesta fue preparada por la Comisión de Reforma del Banco Agrícola, coordinada por Omar Domínguez.   

Indica Abreu que hay que trabajar en las modificaciones de leyes, la búsqueda de fondos, organización del sistema, instalación y operación, lo que se tomará su tiempo. Mientras eso llega, el Banco Agrícola seguirá ejerciendo sus funciones normales, como siempre lo ha hecho, e incluso captando fondos hasta tanto se defina cómo va a quedar el sistema. En su planteamiento dice que el propósito es emprender una transformación orientada a la creación de un sistema de fomento y financiamiento de la inversión productiva, mediante la creación de instrumentos que propicien la participación de los intermediarios financieros bancarios y no bancarios en el financiamiento agropecuario forestal y agroindustrial, facilitando el acceso al crédito a los pequeños, medianos y grandes productores.

La propuesta sobre la creación de un sistema de fomento y financiamiento a la agropecuaria y forestal se utilizaría de plataforma para la transformación del Banco Agrícola y del sector. Abreu explica que el nuevo sistema estará vinculado al financiamiento de las actividades de la  agropecuaria, de conformidad con las políticas sectoriales establecidas en los planes y programas de desarrollo que adopte el Gobierno.

Señala que el sistema “estará compuesto por un Banco Agrícola reformado, por un banco de segundo piso, por las intermediarias financieras bancarias y no bancarias, y por las compañías de seguros que operan en el país”. Además el sistema debería disponer de fondos para la agropecuaria y se necesita la modificación de la Ley de Fomento Agrícola (6186) para dar paso a los cambios que conlleva la creación de un sistema de fomento y financiamiento agropecuario.

La reforma y modernización del Banco Agrícola consistirá en una redefinición de su misión y visión como banco de fomento agropecuario dirigido a financiar los pequeños productores de alimentos estratégicos, precisa Abreu.

Antecedentes
En sus 63 años el Banco Agrícola ha tenido tres grandes procesos de reforma que se han traducido en modificaciones de su Ley Orgánica.

En 1997 el Presidente Leonel Fernández creó mediante la Comisión de Reforma y Modernización del Banco Agrícola.

En el 2001 la empresa consultora  hizo un diagnóstico de calidad y una auditoría del Banco Agrícola.