El banco de inversión en infraestructuras de Asia inicia su andadura en enero

El banco de inversión en infraestructuras de Asia inicia su andadura en enero

Pekín. El Gobierno chino estableció hoy de forma oficial el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII) y anunció que la entidad iniciará sus operaciones a partir de mediados de enero.   La fundación formal de esta institución financiera auspiciada por Pekín fue posible una vez que 17 países, con una aportación de un 50,1 % del capital inicial de 100.000 millones de dólares (91.000 millones de euros) del banco, ratificaron los estatutos acordados por los 57 miembros fundadores en mayo y firmados en junio.

“El BAII está legalmente establecido y los artículos del acuerdo entran en vigor hoy”, dijo hoy el ministro chino de Finanzas, Lou Jiwei, en declaraciones publicadas por la agencia oficial Xinhua.

Según el reglamento de la entidad, esos estatutos tenían que ser ratificados por los órganos legislativos de al menos diez miembros fundadores y de países que aportaran al menos la mitad de las contribuciones del capital inicial, de 100.000 millones de dólares (unos 91.000 millones de euros).

El legislativo de China, gran impulsora del banco y principal inversora, y los de otros 16 países, entre ellos Alemania (cuarto mayor accionista), el Reino Unido, Australia y Corea del Sur, ya han aprobado al documento fundacional de la institución, lo que dio a China la opción de dar luz verde a su puesta en marcha.   El ministro de Finanzas chino explicó que la primera reunión del consejo ejecutivo del banco se celebrará entre los días 16 y 18 de enero en Pekín, ciudad que acogerá la sede central de la entidad.   En ese encuentro se elegirá oficialmente al presidente de la institución -un cargo para el que China ha designado a Jin Liqun, antiguo viceministro de Finanzas del país y exvicepresidente del Banco Asiático de Desarrollo (BAD)- y al equipo directivo.

Después de esas fechas, la institución financiera empezará a realizar sus operaciones.   En el reparto de acciones y votos divulgado en junio, China es, con una inversión de 29.780 millones de dólares (unos 27.200 millones de euros) el país que más dinero aporta y, con su poder de voto, también tendrá la capacidad de bloquear las decisiones que requieran tres cuartas partes de los votos.   Los otros dos grandes accionistas del banco son la India, que invertirá 8.367 millones de dólares (7.600 millones de euros) y Rusia, con 6.536 millones de dólares (6.000 millones de euros), seguidos por Alemania y Corea del Sur.   El ministro de Finanzas chino consideró que el establecimiento del BAII supone un “hito” en la reforma del sistema de gobierno económico global.   Con la fundación anunciada hoy, culmina un proceso que ha durado apenas 26 meses y que empezó en octubre de 2013, cuando el presidente chino, Xi Jinping, propuso su creación.

Desde entonces, el banco impulsado por Pekín fue interpretado como un proyecto de la segunda economía mundial para restar influencia en Asia al Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), dominadas por Estados Unidos, o el BAD, controlado por Japón.   Durante los primeros meses de gestación del BAII, sus apoyos se limitaban a Asia e, incluso dentro del continente, importantes economías como Japón, Corea del Sur o Indonesia eran reticentes a participar.

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