El baño moderno,
un espacio que puede exhibirse

 

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Un lavamanos, inodoro, bañera, armario y algo más, era lo que conformaba el cuarto de baño, hace 40 años.

En los años 40, cuando se recibían visitas de amigos y conocidos en un apartamento nuevo, el dueño decidía darle un paseo por todos los espacios, el baño era el único rincón de la vivienda que mostraba sus limitados atributos desde el umbral.  La función que cumplía el cuarto de baño se quedaba constreñida a la higiene diaria, y nadie se preocupaba por convertir ese lugar de aseo en un entorno digno de ser admirado.

Gracias a la evolución del diseño, a la continua búsqueda de materiales y a la imperiosa necesidad de relajación que reclama a gritos la sociedad actual, el baño ha dicho adiós a sus funciones tradicionales e invita a cruzar la línea de azulejos.

Es decir, que hoy día los baños han dejado de ser estancias de paso, apagadas y sin el menor gusto estético, para convertirse en lugares atractivos.

Soluciones decorativas
La disposición de los baños actuales presenta espacios reducidos en los que la decoración tiene que desarrollar su papel con gran esfuerzo e imaginación. A veces no es posible realizar la distribución deseada porque el armario o lavabo no caben en el cuarto de baño. Sin embargo, lo más importante no es el mobiliario, sino los pequeños detalles, los cuales engalanan verdaderamente el ambiente y provocan la sensación de amplitud.

La comodidad no está reñida con los metros cuadrados, ya que podemos sacar el máximo rendimiento posible a esta estancia tan funcional, convirtiéndola en un lugar agradable a nuestros sentidos y perfectamente en línea con nuestro gusto por el bienestar.

Lo esencial es el aprovechamiento de aquellos rincones muertos y olvidados. Igualmente, existen accesorios que nos pueden ayudar a mantener todo en orden, un aspecto que siempre agradecerá nuestra visión.

¿Dónde guardar las cosas?
Muchas veces, el problema radica en aquellos elementos que tenemos que guardar dentro del cuarto de baño: los cosméticos, el secador de pelo, los productos de higiene, las toallas, el albornoz, y otros más. Una vez que tenemos todos los sanitarios colocados, nos asalta el temor de tener que prescindir de un armario donde colocar todo, viéndonos obligados a distribuir algunos útiles dentro del armario del dormitorio o en estanterías que no están dentro del baño.

Cuando adquirimos un lavabo, nos preocupamos de montarlo en un mueble con cajones o puertas donde guardar nuestros enseres pero, muchas veces, no está en nuestro bolsillo la posibilidad de hacer ciertos gastos, por lo que tenemos que conformarnos con lavabo a secas. Pero el hueco sigue estando ahí y en el mercado existen fantásticos armarios bajos con útiles cajones que te harán el mismo servicio que el mueble con el lavabo empotrado.

Si no tienes espacio para colocar un armario alto, no te preocupes: unas baldas de madera, de plástico o de cristal sustituirán el papel del armario. Además, todos los accesorios estarán a la vista y perderás menos tiempo a la hora de localizarlos. Hoy en día, puedes incluso crear tus propias estanterías con una mínima idea de bricolaje. Sólo tienes que intentarlo. Igualmente, en la confluencia de las paredes de la ducha o bañera, dispondremos todos los geles y champús en una rinconera.

Un buen sitio donde colocar una balda es el tramo entre el espejo y el lavabo. Mientras te aseas, nada mejor que tener todos los objetos necesarios y que más utilices delante de ti, en vez de ubicados en tu habitación o en uno de los cajones de algún mueble, con la incomodidad de tener que estar llevándolos de un sitio a otro cada vez que quieras emplearlos.

Las toallas ocupan mucho espacio y es importante tenerlas bien dobladas para reducir al máximo su extensión. ¿Has pensado en la posibilidad de hacerte con un toallero-radiador? Tienen unos precios muy económicos y las toallas irán paralelas a la pared con el consecuente ahorro de espacio. Además, en invierno agradecerás mucho el poder secarte con una toalla calientita.

El color, una de las claves
Dentro del cuarto de baño, el azulejo sigue siendo el rey de las paredes. Pero las tendencias cambian y los materiales alternativos se imponen, relegando al azulejo únicamente a las áreas susceptibles de recibir agua, como las paredes que rodean a la ducha o a la bañera y la zona superior del lavabo. El dominio del azulejo es fácilmente comprensible, puesto que se trata de un material resistente al agua y que no requiere manos de pintura, como podría necesitar una pared de yeso.

La gama de pinturas impermeables que existe a tu disposición es enorme, por lo que puedes combinar sabiamente materiales adecuados con el típico azulejo. Puedes elegir mármol, materiales plásticos, maderas resistentes a la humedad y otros

La gama de color más adecuada es la de los amarillos pálidos y el blanco. Son las tonalidades que más luminosidad y amplitud generan. Puedes aceptar algún tono pastel de la gama de los fríos que sirva de contraste para la cenefa o para la mezcla del yeso.

En el caso de que puedas meter algún mueble en el baño, elija maderas claras como el roble, el arce o el abedul. Asimismo, el aluminio y el cristal opaco o transparente son sofisticados y con los reflejos ofrecerán mayor amplitud del espacio. La existencia de una ventana es fundamental, no sólo para ventilar el baño sino como punto de entrada de la luz, la gran aliada de los espacios pequeños.
Fuente: de Guante.com

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