La Fed subió los tipos de interés en marzo de 2022 después de la pandemia y ante la espiral imparable de precios, y el BCE se retrasó, hasta julio de ese año, diferencial que redujo la semana pasada recortando 0.25 puntos, hasta 4.25%, porque días después la Fed los dejó entre 5.25% y 5.50%, donde han estado desde julio de 2023.
El BCE se apoyó en dos hechos. Primero, la inflación interanual en la Zona Euro, en abril se redujo a 2.4 %, cerca de la meta de 2.0 %, aunque con el pronóstico de que permanecerá por encima del objetivo hasta el próximo año por intensas presiones inflacionistas que atribuye al aumento de salarios, lo considera elevado. Y, segundo, el poco crecimiento de las actividades económicas, apenas 0,6% para 2024, por la guerra entre Rusia y Ucrania.
La Reserva Federal en el buen ritmo de la economía y en el pronóstico de que crecerá 2.4% en 2024, con pleno empleo del mercado laboral. Y en que, no obstante, la inflación estadounidense bajar desde el máximo de 9,1% en junio de 2022 a 3% el mismo mes de 2023, la tendencia se frenó en seco antes de atravesar la barrera del 3%, en abrilcerró en 3.4 %, por encima de su objetivo de 2.0 %.
Movimientos que nuestras autoridades monetarias siguen de cerca y computan, pero acostumbran actuar privilegiando la realidad de nuestra economía, como sucedió a final de mayo, mantuvieron sincambio la tasa de política monetaria en 7.00 % anual, 7.50% anual la de facilidad permanente de expansión de liquidez (Reposa 1 día) y 5.50% anual la de depósitos remunerados (Overnight).
Se apoyaron en tres hechos. Primero, la inflación interanual, en abril disminuyó hasta 3.03%, en torno al límite inferior del rango meta. Segundo, en el alto crecimiento del PIB real de 7.8%, para promediar 5.1% en enero-abril 2024, con pronóstico de que a final de año se situara en torno a 5%, una de las expansiones más altas de la región según el Fondo Monetario Internacional.
Y tercero, en el flujo de divisas por exportaciones, remesas e inversión extranjera directa, que continua con fuerza, como la exhibida entre 2021 y 2023, cuando, por ejemplo, el flujo de inversión extranjera directa acumulado sumó US$11,687. 8 millones, un promedio anual de US$3,895.9 millones, lo que permitió financiar el 86% del déficit en cuenta corriente que anualmente promedio US$4,536.9 millones, mientras el 14% restante, US$640.9 millones promedio anual, se cubrió con holgura con el flujo de inversión en cartera que acumulado sumó US$7,731.50 millones, un promedio anual US$2,577.2 millones.
El excedente de inversión en cartera del período engrosó las reservas internacionales del Banco Central que de US$10.751,6 millones en diciembre 2020 pasó a US$15.329,2 millones en diciembre 2023, acumulado aumentó 43.16% y 14.3% promedio anual.
Finalizo la nota agregando que el excelente comportamiento exhibido por el sector externo, y el crecimiento a velocidad de crucero del PIB real que promedio 6.5% y 4% el empleo recuperado y creado, la cantidad de 538,341, entre 2021 y 2023, fueron las razones por las que nuestro peso ganó el pleito al dólar estadounidense y la tasa de cambio peso/dólar apreciara 1,23% como promedio anual, mientras se devaluaban monedas de economías mayores en la región.