El beige: cálido, luminoso y versátil

El  beige: cálido, luminoso y versátil

El color beige tiene grandes ventajas: es cálido y luminoso, razón por la que es un básico en decoración. Es igual de luminoso que el blanco y es mucho más cálido, especialmente si contiene un poco de amarillo en su composición.
Se trata de un color con muchos matices, difícil de definir, que navega entre el marrón y el naranja claro. Un blanco roto o sucio, un castaño claro, un crudo, arena…
Todos los colores se transforman según la luz que reciben; sin embargo, la familia de los beige lo hace más. Puede pasar tan desapercibido como un blanco cuando recibe mucha luz o verse anaranjado con el atardecer, pasando por el amarillo e incluso el gris.
Funciona en todos los espacios de la casa, con o sin luz, grandes y pequeños. Y se adapta a mil tonos de materiales y madera.
En ese sentido, es mejor opción que el blanco para contrastar con maderas oscuras, por ejemplo.
Cuando el color beige es muy claro prácticamente pasaría desapercibido si no le pusiéramos un poco de blanco al lado. Con él se crea una composición sutil y de suma elegancia.
Combinaciones. Otra de las grandes ventajas de este color es que es muy fácil de combinar. Dentro de la llamada gama de los naturales o neutros, puedes moverte entre lisos y estampados, claros y oscuros, y funcionará, creando suaves matices.
Va con varios estilos. El beige no está reñido con ningún estilo, ni siquiera con el étnico o el oriental. Igualmente tiene muchas posibilidades en espacios elegantes, pero también le pegan los acabados brillantes, y más si se junta con piezas doradas.
Lograr colorido. Para darle colorido a un espacio en el que predomine el beige debemos agregar ciertos toques coloridos usando rojos, morados o naranjas. Accesorios decorativos como cuadros, cojines y alfombras.

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