El béisbol fue usado, pero no respaldado

El béisbol fue usado, pero no respaldado

El béisbol tuvo cierto desarrollo durante la época de Trujillo a pesar de no contar con el respaldo del tirano.

Aunque solo visitó el Estadio Trujillo, hoy Quisqueya, el déspota tenía muy claro que para los dominicanos este era un tipo de circo que necesitaban.

De acuerdo al historiador Cuqui Córdova, quien ha escrito varios libros sobre el béisbol en esta época, a Trujillo no le interesaba el deporte del bate y la pelota, pero sí estaba consciente de la importancia para el pueblo y de ahí que construyera tres de los cinco estadios que hoy se usan en la pelota invernal dominicana.

Aun se mantiene vigente el estadio de la Normal, donde originalmente jugaban los Tigres del Licey y los Leones del Escogido.

Uno de los puntos que Córdova más destaca sobre la inversión de los Trujillo en el béisbol se dio en el 1937 cuando los Dragones de Trujillo (unión del Licey y el Escogido para combatir contra Aguilas Cibaeñas y las Estrellas Orientales, presentó uno de los conjuntos más temibles de toda la historia de la pelota quisqueyana.

Este trabuco contó con varios jugadores de las Ligas Negras que contaban con talento más que necesario para estar en las Grandes Ligas pero la barrera de color, que aun no había sido quebrada por Jackie Robinson, les impedía uniformarse en la Gran Carpa.

Entre los hoy inmortales de Cooperstown que jugaron con los Dragones de Ciudad Trujillo se encontraba el lanzador sepia Satchel Paige.

Con los Dragones, Paige tuvo marca de 8-2 y comandó al conjunto a ganar la corona.

También aparecían nombres como los del toletero Joshua Gibson y también “Cool” Papa Bell.

Además Leroy Matlock, Harry Williams, Robert Griffin, Perucho Cepeda y Cy Perkins.

Asimismo, Sammy Bankhead y algunos dominicanos que completaban la novena.

En ese torneo de 1937, jugaron  cuatro peloteros que hoy son parte del Salón de la Fama de Cooperstown.

Junto a Paige se encuentran en la inmortalidad de la pelota rentada de los Estados Unidos, el cubano Martín Dihigo, Gibson y Papa Bell.

Aunque para Trujillo, la pelota no era una pasión, sí lo fue para algunos de sus hermanos como fue el caso de Petán Trujillo, que incluso se vio involucrado en un feo incidente para finales de la tiranía y que generóa serios inconvenientes en el plano internacional cuando agredió a un jugador de los Leones del Escogido, el bahamense Andre Rogers.

El béisbol, al menos, pudo obtener algunos beneficios y crecimiento durante la Era de Trujillo.

Otros deportes como el voleibol, de combate y atletismo no contaron con el apoyo gubernamental de la época y por ende pasaban totalmente desaparecibidos para la mayoría de la fanaticada.

También se construyeron algunos coliseos de boxeo y había algunas galleras en las que el pueblo común y corriente se entretenía.

En cuanto a deporte organizado y olímpico, no existía el Comité Olímpico Dominicano ni se regía el deporte por ninguna pirámide olímpica.

La primera participación dominicana en unos Juegos Centroamericanos y del Caribe se dio en 1946, ocho años después de producirse la primera invitación para dicho certamen en 1938 donde la República Dominicana desistió de ir.

Grandes de las Ligas Negras jugaron en RD

Todo lo que llevara el nombre de Trujillo, en cierta forma, significaba un desborde de gastos y de inversión para tratar de lograr la mayor cantidad de loas posibles.

Es por eso que el equipo Dragones de Ciudad Trujillo, una combinación de lo que hoy conocemos como Licey y Escogido, mientras el tirano buscaba la reelección presidencial.

Para ese año se contrataron a las principales figuras de las Ligas Negras, incluyendo a la estrella del pitcheo Satchel Paige, así como otros destacados peloteros como Joshua Gibson, Cool Papa Bell, Cy Perkins, entre otros.

Como era de esperarse, ese equipo de los Dragones de Trujillo se coronó campeón en un torneo en el que participaron además, las Aguilas Cibaeñas y Estrellas Orientales.

La galleta de Petán a Andre Rogers

De acuerdo a un relato del 2008 de Bienvenido Alvarez Dugan, mejor conocido como Cuchito, hoy fallecido y quien fuera director de este diario, el incidente ocurrió de esta manera: “No recuerdo con detalles como estaba el partido, pero si que era en sus postrimerías.

Un pitcher zurdo del Licey que creo que Bobby Smith era su nombre, le dio tremendo bolazo a André Rodgers, el bahameño torpedero y antesalista del Escogido. Rodgers le marchó al pitcher azul pero la intervención de los jugadores de ambos equipos limitó el pleito a puras discusiones. Rodgers se fue a la primera base y, sorpresivamente, Petán Trujillo bajó al terreno y se dirigió a la zona de primera base. Qué se habló allí, qué se discutió, es algo que ignoro, pero lo que sí el público vio fue cuando Petán, por encima de Norman Larker, primera base del Licey, le tiró un golpe a Rodgers, a quien los árbitros, el propio Larker, contuvieron.

El público quedó como una momia, pues jamás nadie pensó que esa sería la reacción de Petán.

Esa noche hubo corre-corre, pues los jugadores extranjeros, tanto del Licey como del Escogido, dijeron que no volverían al terreno y que se marcharían del país al día siguiente. Sólo la mediación hábil de Paquito Martínez contuvo a los jugadores extranjeros. Como dato curioso, en San Isidro, Radhamés Trujillo ordenó preparar el batallón de tanques a que pertenecía, para “bombardear” el edificio de La Voz Dominicana.

Petán Trujillo marchó a Bonao esa misma noche.

Al día siguiente, bien tempranito en la mañana, me llamó papá y me preguntó si el Palco Presidencial estaba bien acondicionado, pues el Jefe le llamó y le dijo que esa noche acudiría al Quisqueya, “para ver si era cierto que sus hermanos daban bofetadas a los jugadores”.

Un poquitín antes de las ocho de la noche, Trujillo llegó al palco del Quisqueya  y que recuerde, fue la primera vez que presenció un encuentro completo, lo que no hizo ni siquiera cuando inauguraron los tres estadios”, relató don Cuchito.

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