Aunque en 2023 perdimos más de la mitad del crecimiento potencial, fue aceptado por la población porque ganamos la guerra a la inflación. Además, por los siguientes motivos bueno fue el aumento de 2.4% del PIB real.
Uno, superó el 2.2 % para América Latina estimado por el Banco Mundial, y la tasa de expansión de 0.8% de la población, lo cual implica que el bienestar monetario del dominicano aumentó 1.6% (2.4% menos 0.8%), medido por el avance del PIB per cápita como lo hacen Organismos Internacionales.
Dos, la economía recuperó y creó 608,936 empleos contando desde el segundo trimestre de 2020 hasta el tercero de 2023, no obstante, la crisis sanitaria y subidas de interés para combatir la brutal inflación importada que siguió. La consolidación del mercado laboral no fue casual, ha estado el centro de la política económica del gobierno de Luis Abinader.
Tres, el crecimiento del PIB real fue intensivo en empleo, aumento 4.8%, la cantidad 222,496 de septiembre 2022 a septiembre 2023, para situar el volumen total en 4,855,631 personas, sin precedente en la historia de nuestro mercado laboral, reduciendo los desocupados a 274,652 y a 5.7% la tasa abierta de desocupados.
Y cuatro, de calidad el empleo creado en su mayor parte, formal 67%, la cantidad de 149.955, y 23%, o 72,542, informal.
Resumiendo, en 2023 perdimos más de la mitad del crecimiento potencial, pero aumentó el PIB real per cápita, el objetivo último de la buena política fiscal y monetaria, y no freno la velocidad la creación de empleos, aumentaron, principalmente los de calidad, poniendo en evidencia la resiliencia de los sectores productivos, lo muestra la evolución del crecimiento trimestral, de menos a más.
De octubre a diciembre 2022 aumentó 3.33%, se redujo a 1.43% en enero-marzo y a 0.93% en abril-junio, para aumentar 2.6% en julio-septiembre y 4.2% en octubre-diciembre 2023. Sumando el PIB real generado en los cuatro trimestres se obtiene el crecimiento anual de 2.4% en 2023, similar al interanual (diciembre 2024 sobre diciembre 2023).
El deteriorado entorno externo y encarecimiento del crédito para consumo de familias e inversión de empresas privadas, necesario para deprimir los precios, ambos fueron causa de causas de la caída del crecimiento durante los primeros dos trimestres de 2023. El aumento de la tasa de política monetaria del Banco Central en 550 básicos, de 3.00% anual en noviembre de 2021 a 8.50% anual en noviembre de 2022, redujo la inflación interanual en 607 puntos básicos, desde un máximo de 9.64 % en abril de 2022 a 3.57 % en diciembre de 2023, para cerrar el año en 4%, el valor central de rango meta.
Principalmente, por reducción de la tasa de referencia del Banco Central, ha bajado 227 puntos básicos el interés que los bancos múltiples cobran por préstamos, combinado con el aumento de 19% del salario mínimo a final del primer trimestre de 2022 para que el trabajador recuperara, como al efecto, el poder adquisitivo que perdió por la brutal inflación importada, impulsa la inversión en empresas privadas y consumo de familias. Son factores en los que se apoyan Banco Central, FMI, firma calificadora de créditos y Consensus Forecast, para pronosticar este año el crecimiento del PIB real estará alrededor de 5%, su potencial, una de las expansiones más altas de la región.