Luego de una vida desordenada, que le costó la cárcel y casi hasta la muerte, el joven Yonmar Medina, apodado “El Ñame”, encontró en el boxeo la vía de transición que necesitaba y pudo cambiar la prisión por los escenarios del pugilismo local.
Medina estuvo en prisión cuando tenía apenas 15 años de edad y desde entonces su vida parecía un precipicio.
Golpes, riñas y castigo se habían convertido en el diario vivir del joven en la cárcel de La Victoria, considerada entre los recintos penitenciarios más “peligroso de latinoamericana, debido a una super población que supera los nueve mil reos cuando su capacidad real es para dos mil.
Nativo del populoso sector de la Ciénaga, Yonmar recuerda que práctico boxeo brevemente en el club Capitán Peña, bajo las orientaciones del entrenador Samuel Santana.
Sin embargo, al ser apresado sus aspiraciones de ser boxeador se detuvieron.
Ya en la cárcel, Medina decide practicar boxeo por recomendación de un compañero de prisión, quien le informó que todos los que practicaban este deporte le daban “comida” y un trato distinto.
Recuerda que en la prisión se le dificultaba obtener la comida diaria debido a las largas filas y los esfuerzos extras que había que hacer para poder comer.
“Es que yo era un niño y los grandes se me ponían delante en la fila, cuando intentaba volar la fila me daban golpes, había día que no comía y mamá no podía llevarme los alimentos todos los días y en la cárcel las cosas eran difícil”, narra Medina durante una visita que realizó a la redacción deportiva de HOY.
Con el objetivo de poder comer sin tener que hacer largas filas y recibir golpes, se convirtió en el que más temprano llegaba a las practicas de boxeo, además de ser el que más hora le dedicaba. Yonmar confiesa que su vida empezó a cambiar a partir de que conoció al Comisionado Nacional de Boxeo, Franklin Núñez, a quien vio un día de visita en la cárcel y de manera decidida le pidió que lo ayudara.
“Señor, quiero ser boxeador, voy a ser campeón, ayúdeme, consígame guantes y lo que pueda para seguir practicando aquí”, le comentó a Núñez.

Recuerda que Núñez lo miró fijamente y le prometió que lo iba ayudar. Se instaló un gimnasio en La victoria y Yonmar se convirtió en uno de los boxeadores más destacado del penal.