La quiebra bancaria y desplome de los valores en la Bolsa de Nueva York en 2007 tuvo el precedente, por burbujas de precios, el derrumbe de la misma Bolsa en las semanas del 24 y 29 de octubre de 1929. En aquella ocasión se redujo el crédito y la oferta de dinero, lo que se combinó con aumentos de aranceles para una fuerte contracción de la demanda agregada, respondiendo el público con retiro masivo de depósitos, quebrando cientos de pequeños bancos comerciales.
La austeridad fue un error, la política expansiva evitaba la Gran Depresión, fue el criterio que se utilizó para limitar el efecto negativo de la crisis financiera de 2007. Se aumentó el crédito privado y el consenso es que evitó la Depresión Económica al estilo de 1930 pero no la Gran Recesión.
El seísmo que desencadenó el viernes negro de la semana pasada, fue provocado, como en octubre de 1929, por inversores que ordenaron vender y hacer efectivo, perdiendo buena parte de su valor grandes empresas y desplomándose monedas, como la libra esterlina, más allá de la depreciación histórica de 10% registrada en 1985 y el 4.1% que hizo millonario a George Soros especulando contra la moneda inglesa en 1992.
El terremoto fue la respuesta al resultado inesperado del referéndum inglés, el 52% apoyó el divorcio de la Unión Europea, con el voto decisivo de la población de más edad, a la que se sumó el de la cuarta parte de la población, que con su abstención envió el mensaje de que no le importaba una cosa ni la otra.
Como nadie sabe lo que va a ocurrir, los bancos centrales repiten la palabra incertidumbre, implica que será necesario seguir observando los acontecimientos, lo que sucederá con la volatilidad en los mercados, que se mueven en territorio desconocido. Los días por venir dirán si fue o no efectivo el anuncio de los Bancos Centrales de Inglaterra, Europeo y Popular Chino, de que se han puesto de acuerdo para evitar tranque por falta de liquidez, están preparados para inyectar la cantidad adicional de libras esterlinas, euro y dólares que demanden los bancos comerciales.
La onda expansiva llegó a algunas economías latinoamericanas que tienen buen balance de comercio e inversión con los ingleses, depreció sus monedas. Aunque no es nuestro caso, tenemos poco comercio con esa parte del mundo y la inversión de poca importancia, para preservar el tipo de cambio debemos observar la dirección de los vientos durante esta y las próximas semanas. La buena noticia es que tenemos suficientes reservas internacionales netas, superan los cinco millones de dólares. Y que en el mercado cambiario no se observan movimientos extraños, el viernes negro nuestras entidades financieras vendieron el dólar a RD$45.98, la depreciación tan solo de 0.035% respecto a RD$45.961 el nivel comenzando junio. Comparando con el precio medio de venta del mes anterior, en febrero se depreció 0.2857%, en marzo 0.091%, en abril 0.101%, en mayo 0.106% y 0.115% hasta el viernes negro 24 de junio. Estoy seguro de que cuando finalice la semana y el mes de junio, la depreciación acumulada estará alrededor de 0.10%; es decir, nada fuera de lo normal.