Reino Unido. Por primera vez en 18 años una tenista española se instaló en las semifinales de Wimbledon. Por primera vez en la historia una venezolana está entre las cuatro mejores jugadoras en un Grand Slam.
En ambos casos hay una sola persona: Garbiñe Muguruza.
La hispanovenezolana se ha convertido en la sensación del torneo luego de alcanzar la primera semifinal de su carrera con una clara y contundente victoria en dos sets sobre la suiza Timea Bacsinszky.
Muguruza venció en 7-5, 6-3 a Bacsinszky en 87 minutos de juego.
Cabeza de serie número 20, Muguruza ha sorprendido con su juego en una superficie que ella misma calificó de extraña hace un par de años.
«Estoy muy contenta de estar en la semifinal porque había perdido dos veces en cuartos de final. Estoy sorprendida de que mi primera semifinal es en hierba, pero creo que estoy jugando muy bien, creo que la superficie me está ayudando», declaró la tenista tras el partido.
El verde inglés
Muguruza reconoce que cada vez le gusta más la superficie y, pese a ser la tenista peor clasificada de las cuatro que quedan, no descarta dar un paso más.
La tenista hispanovenezolana está mostrando un amplio repertorio de goles es su juego.
Para la exnúmero uno del mundo Martina Navratilova, el juego de Muguruza ha ido en constante crecimiento desde que venció a Serena Williams en Roland Garros en 2014.
«Creo que es su movimiento y su selección de golpes, ya que tienes que atacar más la pelota. Ella creció en tierra batida donde uno tiene que esperar más a que las cosas pasen, aquí tienes que dictar más el punto», dijo la ganadora 20 veces en Wimbledon entre individuales y dobles.
Su pareja en esas victorias, Pam Shriver, fue más específica en la BBC.
«Ha conseguido tres muy buenas victorias y su confianza tiene que estar muy alta», agregó.
Dos países
Muguruza nació en Venezuela hace 21 años hija de padre español y madre venezolana.
Se radicó en Barcelona, España, a los 6 años, donde asistió a la academia del excampeón del Abierto de Francia, Sergi Bruguera, con Alejo Mancisidor como entrenador.
Junto a la también española Carla Suárez triunfaron en el torneo de Birmingham.
Con el dilema entre los dos países, la joven tenista decidió representar al país europeo en competiciones como la Fed Cup (la versión femenina de la Copa Davis) y en los Juegos Olímpicos.
De 1,82 centímetros de altura, Muguruza es consciente de la repercusión que está teniendo en ambos lados del océano Atlántico su buen andar en el torneo, pero quiso restarle importancia al hecho de que es la primera tenista española en llegar a semifinales desde que Arantxa Sánchez Vicario lo hiciera en 1997.
«No quiero pensar sobre eso, porque no creo que me vaya ayudar ahora, tener estas cosas en mi mente. Lo único que quiero es estar lista para mi próximo partido, jugar como hoy o como esta semana. Nada de la historia o de España o estas cosas que no son tenis, el ahora o el mañana».
Su rival
En semifinales, Muguruza se enfrentará a la polaca Agnieszka Radwanska, número 13 del torneo de Wimbledon, teniendo una oportunidad de oro para avanzar al partido decisivo el próximo sábado.
Si bien el historial registra una paridad de dos victorias por lado, los triunfos de Radwanska, de 26 años, fueron en 2012 y en el Abierto de Australia en enero de 2014.
El cara a cara entre Radwanska y Muguruza muestra dos victorias por lado.
En el primero de los casos fue al año siguiente que Muguruza se convirtiera en profesional y en el segundo luego de que la tenista hispanovenezolana reapareciera tras estar seis meses en rehabilitación por una operación en su tobillo derecho.
Este año han jugado dos veces en Sídney y Dubái y en ambas ocasiones triunfó Muguruza.
De avanzar al partido decisivo, Muguruza se enfrentaría a una de las dos grandes favoritas al triunfo, Serena Williams o María Sharapova, dos tenistas que admira.
«Cuando tenía 10 u 11 años ellas eran las número uno y todavía lo son», dijo en referencia a las hermanas Williams, Serena y Venus.
Serena Williams fue la primera gran víctima de Muguruza en el torneo de Roland Garros en 2014.
«Ellas cambiaron mucho el tenis y he aprendido de ellas. Su potencia, agresividad, la confianza en ellas mismas. También de María, que tiene una buena mentalidad y está concentrada todo el partido»
«Siempre me gusta tomar cosas de cada jugador, tratar de hacer las mismas cosas y crear ese jugador perfecto».
Una tenista que Muguruza tendrá que convertirse en los próximos días para tener opciones de igualar el triunfo de Conchita Martínez en 1994, la única española que pudo conquistar la catedral del tenis