Ginebra, (EFE).- La Cruz Roja Internacional informó hoy del brote de sarampión de proporciones epidémicas en la ciudad libia de Sabha se ha extendido rápidamente a Chad, una situación difícil de controlar debido a la escasez de medicamentos y a que afecta a una población nómada.

En una rueda de prensa en Ginebra, el hasta ahora jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Libia, Paul Castella, explicó hoy que la tribu tuareg es la más afectada debido a que su modo de vida nómada ha dificultado incluirla en las campañas de vacunación.

Castella recordó que el sarampión es la segunda causa de mortalidad infantil en África, después de la malaria, y en esta línea advirtió de que si la situación en Sabha no se controla «puede convertirse en una catástrofe».

De otro lado, el delegado del CIRC aseguró que por el momento no se observa una situación de crisis alimentaria en Libia, pues en las zonas controladas por el gobierno las familias reciben un subsidio público que les «permite vivir correctamente».

Sobre por cuánto tiempo más el régimen de Gadafi podrá financiar ese sistema de ayuda, Castella dijo que es imposible predecirlo, pero recalcó que su organización «sigue de cerca la evolución de la situación para detectar lo más pronto posible una eventual crisis». En las áreas controladas por el Gobierno de Transición, la situación es más complicada porque las autoridades no pueden, por ejemplo, pagar los salarios, pero la población sale adelante gracias a la ayuda internacional.

«En Bengazi (capital de los rebeldes libios), hay un esfuerzo muy claro de la oposición por organizarse y responder a las necesidades de la población», declaró.

En las zonas disputadas, la situación es más incierta y «la población se desplaza para responder a sus necesidades», agregó. De otra parte, Castella alertó del impacto psicológico que el conflicto está causando entre la población y consideró que este «es un problema que no se debe subestimar».

«Hay un enorme peso psicológico, el número de consultas por trauma psicológico ha subido como la espuma, incluso en zonas que no están directamente afectadas por los combates», señaló. La razón de ello es que «la población jamás pensó encontrarse en un frente de batalla y eso va a causar daños (psicológicos) durante años», opinó. EFE