Hoy 
Hace 30 años, el reverendo Víctor Miguel Martínez Escoto fundó el Centro de Enseñanza El Buen Pastor, a raíz de la observación y experimentación que realizó en los colegios donde trabajó como profesor de secundaria y psicólogo orientador.
Para dar gracias a Dios por esta gran obra, fue celebrado un encuentro en la Casa San Pablo, donde estuvieron presentes ex alumnos, profesores asesores, los primeros fundadores de la entidad e invitados especiales.
La actividad inició con las notas musicales del Himno Nacional y la invocación al Todopoderoso hecha por monseñor Juan Félix Pepén.
Así, en un ambiente católico, familiar, creativo y festivo, el Centro de Enseñanza El Buen Pastor realizó el gran encuentro de su XXX aniversario en el auditorio de la Casa San Pablo, en el que reconoció a ex alumnos, colaboradores, familias, ex empleados, profesores, asesores y a los primeros fundadores de la entidad educativa.
El discurso central fue pronunciado por el reverendo Víctor Miguel Martínez Escoto, quien inició recordando que el 13 de marzo de 1974 abrió las puertas de este centro en el que ha implantado El sistema ideal para nuestros estudiantes de hoy.
Recuerdo que desde los años 11 años, en 1962, me dediqué a alfabetizar infantes al impartir catequesis en barrios marginados de la ciudad como labor social del colegio donde estudiaba.
Expresó que el Centro tiene 500 estudiantes y un personal docente de alta calidad en la enseñanza, al tiempo que hizo una reflexión de la falta de valores, el deterioro de los recursos naturales, y la falta de empleo, pero tenemos esperanza y fe, pues somos un país privilegiado, honesto, que sabe que Jesús nos pone pruebas, pero no nos deja solos, nos transforma y nos hace libres.
Dijo sentirse muy orgulloso de estos 30 años en que han hecho historia en la educación dominicana, formando valores, por lo que agradeció de manera especial a Dios y a la Virgen de la Altagracia.
Luego fue leída la carta de felicitación enviada por el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y se entregaron los reconocimientos a varios de sus ex alumnos que hoy son mujeres y hombres que aportan sus conocimientos a la sociedad.
La parte artística de la actividad fue amenizada por el maestro Rafael Solano, así como con las canciones de Carolina Hernández, junto a las familias Mercedes Germán y Díaz Leite y la interpretación de la canción Color esperanza, a cargo de los alumnos del cuarto de bachillerato.
Al final, Víctor Miguel Martínez Escoto, acompañado de su madre Laura Escoto viuda Martínez, sus hijas Dashira y Laura Martínez y de otras personalidades, compartió un coctel ofrecido por Barceló, Embotelladora Dominicana, en un área que estuvo decorada con flores de Jardín Rosa Azul.
