El buen uso del microondas

El buen uso del microondas

En los hornos microondas se distinguen dos tipos de potencia, la potencia absorbida que es la que consume la red cuando se enciende y la potencia de salida que es la energía eléctrica que se convierte en energía calorífica. La relación entre las dos suele ser del 50%, por tanto supone un rendimiento más alto que el de los sistemas tradicionales como el horno eléctrico o las placas de cocción.

Para que los alimentos puedan calentarse es necesario que las microondas puedan atravesarlos, por tanto, los recipientes que los contengan deberán ser transparentes, los materiales más adecuados son el vidrio, el cristal, la pirocerámica o la vitrocerámica.

En cambio, nunca debe utilizar metales, ni siquiera papel de aluminio, ya que reflejan las microondas contra las paredes, con el consecuente riesgo de que se estropee el horno además de no calentar el alimento.

Cuidado también con algunas vajillas de cerámica si tienen dibujos o adornos, ya que pueden haberse utilizado pinturas que tienen entre sus componentes algún elemento metálico.

Existen en el mercado recipientes de plástico que se venden para usar en el horno microondas y que están preparados para aguantar la potencia de las microondas, sin embargo, hay que ir con mucho cuidado, ya que se ha demostrado que algunos plásticos al calentarse pueden desprender parte de sus componentes y pueden resultar tóxicos. Fuera de este tipo de materiales, los metales y algunos plásticos, podemos hacer una prueba para ver si se puede utilizar en el microondas o no. Consiste en colocar el recipiente vacío dentro del aparato y a su lado un vaso lleno de agua, conectar el horno a potencia máxima durante un minuto. Si acabado ese tiempo el recipiente está frío es que se puede utilizar, ya que no absorbe las microondas, por el contrario si está caliente, no debe utilizarse ya que absorbe las microondas y no dejaría que se calentara el alimento.

Una sugerencia que puede resultar muy útil es la suguiente: Un rato antes de utilizar el horno hay que calentarlo (precalentamiento) para que esté a la temperatura adecuada en el momento de introducir los alimentos que se van a cocinar.

El tamaño ideal del horno debe calcularse en función del uso y del número de miembros de la familia. Cuanto mayor es el horno, más tiempo necesita para calentarse y por lo tanto, más energía consume. Es importante señalar que los hornos eléctricos controlan mejor la temperatura que los de gas, por lo que estos resultan más fiables y recomendados para utilizarlos con mas frecuencia.

Más acerca del microndas

Pocas son las cocinas que no poseen hoy en día un horno de microondas. Puede calentar una taza de leche, cocinar un sabroso tentempié o descongelar el pollo que se servirá en la comida del domingo.

El microondas, presente en muchos hogares  es una tecnología relativamente novedosa.

En un entorno social en continua evolución como el actual, en el que las mujeres disponen de menos tiempo para preparar los alimentos, este aparato resulta todo un hallazgo. El microondas es capaz de guisar tanto los platos de elaboración tradicional como el sinfín de comidas precocinadas disponibles en el mercado. A pesar de ser un invento bastante moderno, se ha convertido en un electrodoméstico corriente.

¿Cómo funciona?

Las microondas pertenecen a la gama del espectro electromagnético y su frecuencia se sitúa entre los rayos infrarrojos y las ondas de radio y televisión. Durante la Segunda Guerra Mundial, los científicos observaron que esas microondas podían usarse con otros fines, además de aplicarse a los sistemas de comunicación. Desde entonces, esa tecnología incipiente ha ido evolucionando, hasta transformarse en un electrodoméstico moderno de uso culinario. En la cavidad del horno hay un magnetrón que convierte la energía eléctrica de baja frecuencia en microondas de alta frecuencia y difunde esa energía concentrada a través de ondas que se introducen en los alimentos. La energía produce una trepidación de 2.500 millones de vibraciones por segundo en la comida y ésta se calienta debido a la rotación de sus moléculas de agua.

Se recomienda que al preparar cualquier alimento, ya sea de forma tradicional o mediante el microondas, los consumidores deben seguir las instrucciones que figuran en el envoltorio de los mismos y asegurarse de que la comida está bien cocinada. La penetración de las microondas depende de la densidad del comestible. Por ejemplo, los alimentos como la carne picada o el puré de papas se cuecen mucho más rápido que una chuleta o las papas enteras, que son mucho más densas. A menudo observarán que la comida cocinada en el microondas tiene unas zonas calientes y otras más frías; esto se debe a que la energía se difunde de forma desigual. Para optimizar la distribución de la energía, se utilizan utensilios para remover o platos giratorios que cambian de posición los alimentos. Los microondas calientan la comida de afuera hacia adentro.

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