EL BUZÓN
“A quienes puedan ayudar”

<STRONG>EL BUZÓN<BR></STRONG>“A quienes puedan ayudar”

Señor director:
Quisiéramos empezar estas líneas dando a conocer algunos aspectos de la vida en Najayo Hombres, penal que fue diseñado para 700 reclusos y actualmente aloja a más de 2,600. Las actividades enumeradas se refieren al período entre el 16 y el 23 de mayo, es decir, a una semana bastante típica de la cotidianidad del penal, excepto por el hecho sangriento que la inició y cuya estela se dejó sentir ampliamente.

Durante esta semana, unos 600 hombres fueron trasladados a los tribunales dominicanos de justicia. Alrededor de 1500 participaron en programas deportivos. 700 estuvieron sentados en aulas recibiendo formación básica, técnica y humana. Más de 3,000 visitantes cruzaron las puertas del penal desde todos los puntos cardinales para encontrarse con sus seres queridos. El trabajo de voluntarios en las hortalizas del penal produjo en exceso de 5 mil quintales de vegetales varios. Sobre las 21,000 raciones de comida fueron servidas en el comedor del penal, 11,000 unidades de pan se hornearon en el taller de panadería del penal. Ebanistería y artesanía, en ambos casos ganadores de reconocimientos, trabajaron a capacidad. Se presentó la primera obra de teatro organizada por la Secretaría de Cultura en este penal frente a un público que en su mayoría participaba por primera vez en una dinámica de esta naturaleza. El cine del penal hizo cinco presentaciones para un público de más de 500 encarcelados. Se celebraron cuatro servicios religiosos. El área médica, el economato, la oficina civil y otros servicios básicos no dejaron de trabajar ni un solo día. Cada una de las actividades se materializó en orden, de manera disciplinada y sin contratiempos, y cada una es una muestra del lado bueno del penal que no debemos olvidar.

Estas últimas semanas, sin embargo, de Najayo se ha hablado mucho pero no se ha dicho tanto. Las desgracias circunstancias que rodearon la muerte violenta del recluso Rolando Florián han servido de base para la realización de las más desproporcionadas generalizaciones. Nuestras oraciones están con la familia del difunto que lloran el ser querido. También con el personal de seguridad que ha visto su mundo caerse en trozos.

De los excesos, de los absurdos en que se enmarcó la tragedia del sábado 16 no tenemos nada que agregar. Pero nos gustaría contribuir para que hechos como este no se vuelvan a materializar.

Respetuosamente entendemos que la retórica que sobredimensiona la conquista y disimula la debilidad siempre será una trampa de la que debemos de cuidarnos todos. El día de mañana, cuando fructifiquen los esfuerzos de las autoridades de la Procuraduría General de la República y se logren concretizar la construcción de los dos nuevos penales que están planteados en el papel en el área del distrito nacional, cerrar la Victoria, incluir a Najayo Menores en el Nuevo Modelo Penitenciario y resolver el problema de superpoblación que tiene Najayo Hombres, podremos hablar de Nuevo Modelo Penitenciario para todos.

No obstante, desde hoy es posible dotarnos de un personal civil y de seguridad que cumpla con las condiciones básicas de: integridad, capacidad de trabajo, dedicación y vocación de servicio. Gente prudente en la toma de decisiones, rigurosos sin dejar de ser generosos yfirmes en sus compromisos. Siempre podrán contar con todo nuestro respaldo, experiencia y oraciones. Lo que podamos lograr en términos de procesos que impliquen reflexión, reconstrucción, restitución y nuevos compromisos de vida para todos los internos de Najayo Hombres vale la pena.

Atentamente,
Sor María C., Gregorio Rivas, Rev. P. Ignacio Lasaga, S.J. Capellán

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